La Voz de Galicia

En modo avión

Santiago

Cristóbal Ramírez

22 Dec 2025. Actualizado a las 05:00 h.

Tenemos que extinguirnos. Y no por el desaforado nivel de consumo de quienes luego se declaran ecologistas y avisan dramáticamente de que no hay planeta B. Tenemos que extinguirnos porque somos idiotas, al menos parte de los que salen o llegan desde y a Lavacolla, quienes una vez en el aire aplican aquello de Ángel Ganivet de que uno de aquí sería feliz cuando tuviera en su bolsillo un carné que dijese, «este español puede hacer lo que le dé la gana».

Y, así, hace un par de domingos una estudiante de Medicina o similar de la USC se empeñaba en mandar wasap desde el aire, cuando los móviles tienen que estar en modo avión. Otras dos estudiantes se pusieron a ver una película en un portátil mientras el avión despegaba, cosa también prohibida. Una pareja a punto de dejar de ser veinteañera, en excelente gallego, se comunicaban a gritos de una fila a otra, lo cual, en efecto, no está prohibido, pero es de una prepotencia y mala educación que deja mal cuerpo a cualquiera. Y para rematarla, tras aterrizar, una mujer de mediana edad se intentó colar a la brava en la fila de los pasaportes con el imbatible argumento de, «es que me están esperando».

A ello hay que sumar otra anécdotas menores, como que alguno no se ponga el cinturón de seguridad e intente que cuele tapándolo con un jersey (no coló) y otra manifieste su rotunda disconformidad con que su maleta de cabina sea colocada unos metros atrás, porque no hay sitio encima de su cabeza.

En fin, que entre desconsiderados y cretinas que pretenden mandar mensajes por wasap aunque interfiera las comunicaciones del piloto con tierra —con el gran peligro que ello encierra— estamos bien servidos. Lo dicho: no vamos a durar mucho en la Tierra.


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