Ir de farol

La política municipal de Santiago transcurre desde hace tres lustros por derroteros de escaso nivel, bajo distintos gobiernos, con un nítido resultado de pérdida de pujanza de la ciudad. Hoy por hoy, toda la oposición está de acuerdo en que al bipartito BNG-Compostela Aberta le falta impulso y gestión, por resumirlo suavemente, y el PP lanzó en este contexto el reclamo de la moción de censura, de la que se habló en términos de política ficción durante los últimos diez días. Los cuatro expulsados del PSOE dijeron anteayer con claridad que solo apoyarían una moción que hiciese alcaldesa a su compañera no adscrita Mercedes Rosón. A sabiendas de que tenía todas las de ganar aun si fuese un farol, Borja Verea recogió coherentemente el guante. ¿Pilló a contrapié a los no adscritos tanta generosidad? Al retractarse, los exPSOE pierden su crédito ante una ciudad que no está para argucias, blindan a Goretti Sanmartín en una etapa final de mandato que se prevé tormentosa y hacen crecer a Verea. Nada cambia.