La Voz de Galicia

Cada pontevedrés gasta una media de 115 litros de agua al día

Pontevedra ciudad

Serxio Barral Pontevedra / la voz

Actualmente son mayoría los hogares que optan por beber de la traída

23 Aug 2015. Actualizado a las 05:00 h.

Una ducha de quince minutos consume unos 60 litros de agua. Cada uso de la cisterna, entre 6 y 15 litros. Lavarse las manos durante un minuto, en torno a 3,5. Poner una lavadora, de 50 a 200 litros. Activar el lavavajillas, de 18 a 150. Lavar los platos a mano, entre 15 y 30 litros. Pasar una fregona, 10 litros.

La lista de usos de agua en un hogar puede seguir y seguir. La empresa concesionaria del servicio de abastecimiento en Pontevedra tiene sus cuentas hechas, y el resultado es que cada pontevedrés consume en su hogar una media de 115 litros al día. ¿Mucho? Si se compara con el resto de España, no tanto. De hecho, el dato de Viaqua sitúa a Pontevedra muy por debajo de la media nacional, que el Instituto Nacional de Estadística situaba a finales del año pasado en 137 litros por habitante y día. La ciudad del Lérez está incluso por debajo de la media gallega (134 litros).

Y eso que cada vez son más los hogares que se decantan por el uso de agua del grifo -de la traída municipal- para beber y cocinar. Según la última encuesta difundida por la empresa concesionaria, es la opción por la que se decantan el 57 % de los hogares con conexión a la red. Es decir, que en cerca de 18.000 hogares de Pontevedra -hay unos 31.000 abonados domésticos- no entra agua embotellada.

Una de las razones es la buena calidad del agua de Pontevedra. A la hora de valorar el sabor, olor y color, la mayoría de los usuarios concede una nota muy alta. Solo siete de cada cien encuestados por Viaqua otorgó un suspenso al sabor; cinco tildaron de «insatisfactorio» el color; y apenas cuatro de cada cien cuestionaron el color.

Pero la calidad viene determinada por los resultados de diversos análisis químicos. Y ahí Pontevedra también recibe buena nota. La Voz de Galicia ha sometido este verano a examen el agua que circula por las redes de abastecimiento de las siete ciudades gallegas, y la conclusión es que todas son de alta calidad y perfectamente aptas para el consumo humano. Incluso para dietas bajas en sodio.

El estudio de este periódico se centro en la presencia de trihalometanos en el agua, ya que a principios del verano se prohibió el consumo en Ferrol debido a una excesiva concentración de este tipo de elementos, que se producen debido a la reacción del cloro, el desinfectante más habitual.

En el caso de Pontevedra, los niveles de trihalometanos están en la mitad del máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Análisis semanales

La empresa concesionaria, Viaqua, realiza un análisis interno de control cada semana, en los que se miden los parámetros más habituales. Además, regularmente envía muestras a un laboratorio fuera de Pontevedra para llevar a cabo análisis más complejos. Estos se llevan a cabo en la sede del laboratorio Labaqua en Santiago, que pertenece, como Viaqua, al Grupo de Aguas de Barcelona.

El Pontillón de Castro garantiza el suministro aunque baje el caudal del Lérez

La red de abastecimiento de agua de Pontevedra, que también suministra a municipios como Poio, Marín y Sanxenxo, tiene como principal fuente de captación el río Lérez. La nueva estación de bombeo de Monte Porreiro, que entró en funcionamiento el pasado mes de octubre, permite derivar hasta mil litros por segundo hacia la estación potabilizadora, con lo que casi se duplicó la capacidad anterior. Parece una cifra muy alta, pero hay que tener en cuenta que el consumo medio a principios el verano se situó, según datos de Viaqua -y contabilizando tanto el uso doméstico como industrial en los cuatro municipios- en unos 31.100 metros cúbicos diarios. Es decir, 31,1 millones de litros.

Hay que recordar que la red pontevedresa tiene una importante reserva en el embalse del Pontillón de Castro, que tiene capacidad para albergar 1,6 hectómetros cúbicos. Es decir, unos 1.600 millones de litros de agua. Esta agua embalsada en la presa de Verducido se reserva para los momentos en que disminuye el caudal del Lérez. Así, es habitual mantener la presa cerrada durante los meses de lluvias, de forma que para los momentos de sequía siempre haya esa reserva que permitiría abastecer a la red durante un período de algo más de dos meses.

En la actualidad, según datos oficiales de Augas de Galicia, el Pontillón de Castro está al 93,7 % de su capacidad. O sea, que hay reserva garantizada.


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