La Voz de Galicia

El donjuán de Marín, en el banquillo

Poio

López Penide Pontevedra / la voz

La fiscala solicitó prisión por una estafa que también imputa a la que era su pareja en marzo del 2013

29 Mar 2017. Actualizado a las 21:40 h.

Por primera vez, el donjuán de Marín, Rodrigo Nogueira Iglesias, se sentó en un banquillo pontevedrés acusado, en este caso concreto, por una supuesta estafa a un establecimiento hotelero de Meaño. A su lado, O. G. G., la que era su compañera sentimental en marzo del 2013. Ambos se declararon no culpables y se responsabilizaron mutuamente de que no se hubieran abonado los más de cinco mil euros que se adeudan al negocio.

Nogueira Iglesias mantuvo que fue su compañera del banquillo la que realizó la reserva de la habitación, por lo que «creí que iba a pagar ella». Explicó que, incluso, fue O. G. G. quien formalizó el registro en el hotel, mientras él descargaba el maletero.

Una versión diametralmente opuesta ofreció la arousana, quien, no solo remarcó que fue el donjuán de Marín quien llevó a cabo la reserva, al tiempo que incidió que era él quien iba a abonar la estancia en el hotel como ya había hecho en dos ocasiones anteriores. Añadió que nunca supo que, a lo largo del mes que estuvieron alojados, los titulares del establecimiento le reclamaron dinero alguno y que solo se enteró de la deuda por un conocido amigo de los dueños del hotel.

Por su parte, los empresarios que denunciaron esta estada desmintieron a uno y a otra. Así, coincidieron en que fue Rodrigo quien gestionó la reserva y quien les hizo creer que la empresa para la que supuestamente trabajaba, un gigante tecnológico, se iba a hacer cargo de la factura. Relataron que, a medida que los días pasaban y la deuda se engrosaba, las dudas crecían hasta que llegó un día en el que les remitió un correo electrónico con un justificante de una transferencia que no dudaron en tachar de falso. Añadieron que O. G. G. estuvo siempre al tanto de esta deuda. «En mi opinión, iban de la mano», señaló uno de los denunciantes.

En la vista, también compareció un hotelero de Poio, quien narró cómo fue víctima de una estafa similar. «Hasta se llevó las llaves», remarcó.

Lo cierto es que los argumentos de los acusados no convencieron a la fiscala, quien mantuvo su petición inicial de dos años y un día de prisión para ambos. Al término de la vista oral, Rodrigo Nogueira quedó en libertad a la espera de conocer la sentencia, toda vez que la prisión se acordó en su día para garantizar su presencia en el juicio.


Comentar