El escaparate 2.0 de las empresas
Pontevedra
Tres emprendedores del centro de asesoramiento de la Diputación están a punto de sacar a la luz sus proyectos, y algunos cruzarán el Atlántico
16 Jul 2014. Actualizado a las 07:00 h.
«Él nos va dirigiendo, de e-commerce sabe él. Yo sé del real, del cara a cara». Miguel García confía en tener operativa su página web a finales de verano. Habla de su asesor del Centro Provincial de Asesoramiento Empresarial (CPAE 2.0) de la Diputación de Pontevedra para introducir pequeñas empresas o iniciativas de emprendedores en Internet. Tiene en marcha una ambiciosa idea que le permitirá servir de intermediario virtual entre dos personas físicas: el vendedor de mobiliario y el comprador.
El negocio con el que Miguel compatibiliza su faceta de comercial tiene la particularidad de cargar con lo que, en el sector, denominan «muertos», que son todos aquellos muebles que están en stock o pertenecen a temporadas pasadas pero aún son fácilmente vendibles. El problema que presenta este sector es el espacio que ocupa la mercancía, que requiere de naves de grandes dimensiones para almacenarla. También tienen que lidiar con que estas instalaciones suelen estar alejadas de núcleos urbano, además de unas de otras.
«Un cliente de A Coruña no va a venir a Pontevedra a buscar un mueble, pero si a través de una página web pasa un primer filtro y lo que ve se ajusta a sus necesidades, sí lo hará». Esta es la filosofía con la que Miguel solicitó al CPAE 2.0 su integración en el proyecto. «Ahora es solo cuestión de mirar los precios que ofrecen las diferentes empresas de diseño gráfico y que el asesor de la Diputación me oriente sobre cuál es la que más me conviene», asegura García González.
Miguel no encontró ningún gran escollo en su carrera hacia la Red, pero no todos los proyectos son iguales. El que quiere poner en marcha Xesús Alonso le está trayendo algún quebradero de cabeza inesperado. La administración de lotería que regenta en Barrantes ha vendido en los últimos cuatro años tres primeros premios de los gordos de Navidad y Reyes. Por eso, con la llegada del turrón el local de Ribadumia se llena de gente y recibe decenas de llamadas de otros puntos para encargarle décimos. Tantos que apenas da abasto.
Un gran escaparate
«Internet es un gran escaparate, una forma de decir ?estoy aquí, y si quiere un décimo solo tiene que entrar en la página web y comprarlo?», explica. En la web y a través de cualquier dispositivo móvil. «Hoy en día todo el mundo tiene Internet y móvil, es casi un todo», añade Alonso, quien confiesa sin tapujos que a punto estuvo de replantearse su proyecto. «No me estoy arrugando, pero pensé que iba a ser más sencillo. Al vender lotería tengo que acogerme a las restricciones del juego online, y el banco me impone muchos requisitos. Tiene muchas complicaciones», admite. Ahora ya está casi listo, y confía en que esté terminada a principios de agosto, aunque no la lanzará hasta Navidad.
Mucho más cerca está el estreno de Virginia Pérez, venezolana afincada en O Porriño. Desde el propio despacho del asesor designado por la Diputación de Pontevedra anuncia que la página web a través de la que quiere vender y distribuir vino albariño en Latinoamérica quedará terminada para este fin de semana. Lo complejo en su caso es el propio negocio, dice, encontrar compradores al otro lado del Atlántico «que crean que el producto es lo suficientemente bueno como para comprar grandes cantidades y gastarse dinero, tiempo y espacio en ello».
«Cuando hablas del rioja todo el mundo lo conoce, pero el albariño no, y me parece una lástima que la gente se pierda algo tan bueno», afirma Pérez Zurita. Ahora solo queda perfilar el proceso administrativo: «Después que sale la primera partida, las demás son más fáciles». Todo es darle el primer sorbo.
«Hay que convencer de que tu producto es tan bueno como para que se compren grandes cantidades»
Virginia Pérez Zurita