La vida en el «village»
Pontevedra
PLAZA DA FERRERÍA
15 Sep 2001. Actualizado a las 07:00 h.
ÚLTIMO DÍA DEL DESAFÍO. ¿Qué no saben a estas alturas lo que es el village? Yo se lo cuento, es la carpa instalada estos días en el puerto deportivo de Sanxenxo y que viene a ser así como un centro de operaciones de la regata Desafío Audi -pero en tierra, claro-. Ya saben, hablo de la regata de cruceros en la que iba a participar Don Juan Carlos, pero al que la actualidad internacional le ha impedido competir. Bueno, a lo que iba. Me encanta dar vueltas por el village -¡qué pena que termine hoy el Desafío!-. Aquí la jornada comienza a eso de las diez de la mañana y para muchos incluso antes. Algunos regatistas se encargan de dar los últimos retoques al barco antes de la etapa. Limpian cualquier parte del casco, bucean para ver la quilla...Y después, a desayunar en su correspondiente stand o en las terracitas. Luego, al tajo. A esperar que el viento sea favorable para navegar y ¡al agua cruceros!...Por la tarde, el ambiente crece. Es como la plaza de toros llena de peñas: aquí cada equipo también luce sus colores perfectamente conjuntados. POR EL «VILLAGE» -cómo me gusta el nombre- se han pasado este fin de semana José Cusí, el armador del Bribón Telefónica Móviles y amigo personal de El Rey, al que pillamos in fraganti pesándose -no es cuestión de estética, no crean, es por el tema de llevar bien compensados los pesos en el barco, naturalmente-. También estuvo la número uno en la empresa Citroën, Magda Salarich, que se ha convertido desde el pasado año en una de las asiduas al puerto de Sanxenxo. Lo dicho, lástima que ya casi todo se acabó. Hasta el año que viene, por supuesto, en que me volveré a dar garbeítos por la carpa del puerto.