La Voz de Galicia

Cuatro encapuchados golpean a un jubilado para robarle 40.000 euros

Vilamartín de Valdeorras

O Barco / La Voz

Se llevaron también joyas y huyeron en una furgoneta

09 Aug 2016. Actualizado a las 01:43 h.

Un vecino del municipio ourensano de Vilamartín de Valdeorras se recupera de las heridas sufridas en el violento asalto a su vivienda, ocurrido ayer a mediodía.

El hombre, Leopoldo R. R., de 75 años, ya había comido y se encontraba descansando en su cuarto en su vivienda de Baxeles. En la planta baja estaba la mujer que acude a hacer labores de ayuda en el hogar varias veces por semana acabando de recoger. Entonces sonó el timbre, y la trabajadora abrió la puerta. Del otro lado estaba una mujer. Algo vio la cuidadora que no le gustó en la visita, por lo que intentó cerrar la puerta. Pero ya no le dio tiempo a echar el cerrojo. Cuatro personas hicieron fuerza desde el exterior y, tras abrir la puerta, entraban de golpe en la vivienda. Los asaltantes, que iban encapuchados, ataron a la mujer después de amenazarla con una pistola. Tras conseguir que venciera la resistencia, los asaltantes siguieron el recorrido por el inmueble, hasta encontrar el cuarto donde Leopoldo estaba descansando. El hombre trató de resistirse, según las informaciones que manejaba la familia, por lo que los asaltantes le propinaron varios golpes en la zona de la cabeza. También se dolía de un costado, según contaba una de sus sobrinas. Precisamente, a la casa de esta familiar fue a la que acudió la cuidadora a dar la voz de alarma cuando los asaltantes se fueron y el hombre pudo liberarla.

Atendido ya en casa

El hombre fue atendido en un primer momento por una persona de su familia y después fue trasladado en ambulancia al hospital comarcal de Valdeorras. En todo momento se mantuvo consciente y no se temía por su vida, según explicaba su sobrina. Eso sí, el herido presentaba varios golpes, uno de ellos, de importancia, en la zona de la frente.

Los asaltantes huyeron en una furgoneta con un botín que superaba los 40.000 euros en dinero y joyas, según los datos que han trascendido. Tras dar la voz de alarma a la Guardia Civil, se montó un amplio dispositivo de búsqueda que no solo se centra en las comarcas que rodean a Valdeorras, como Trives o Viana, sino que también se amplió a la zona de Lugo y Ponferrada. El objetivo es dar con los autores, sobre los que ayer se especulaba en el pueblo. Los agentes de la Policía Judicial estuvieron en la casa buscando huellas o algún rastro de los posibles autores. Poco podían ayudar los vecinos. Baxeles no es un núcleo muy grande, así que todos se conocen. El asalto a Leopoldo era ayer el tema de conversación, aunque nadie reconocía haber visto nada. El hecho de que se produjera a mediodía, con unas temperaturas de más de 35 grados, justificaba que a esa hora no hubiese nadie por la calle. De hecho, la sobrina de la víctima trataba de buscar a algún vecino que estuviese regando en ese momento o que bajase a tirar la basura, pero no encontró a nadie. «Facía moito calor, estabamos todos dentro», era la frase que más se repetía en las calles del pueblo, en especial enfrente a la vivienda del asaltado. El otro tema era el miedo generalizado. Un asalto con violencia a plena luz del día rompía la habitual tranquilidad del pueblo valdeorrés.

«Estamos preocupados, nunca unha cousa así tiña pasado», dice el alcalde

El alcalde de Vilamartín, el socialista Enrique Álvarez Barreiro, se mostraba ayer sorprendido y preocupado por lo que pasó a mediodía en el pequeño pueblo de Baxeles (al que se accede siguiendo una carretera que remata en el siguiente pueblo, San Vicente de Leira). Estaba fuera de la localidad, y aunque intentó hablar con la víctima por teléfono, a media tarde todavía no lo había conseguido.

«Isto pon os pelos de punta, porque a calquera hora... Algo así, un asalto con violencia ás tres da tarde, preocúpanos. ¿Como non nos vai preocupar?», respondía el regidor. Y al tiempo añadía: «Cada vez a xente síntese máis indefensa». Avanzaba que desde el gobierno local analizarán lo sucedido para ver qué medidas pueden adoptar, aunque reconocía también que poco pueden hacer desde el ente municipal. «A Garda Civil ten Vilamartín bastante controlado. E ademais nunca tiña pasado nada así aquí. E preocúpame», añadía.


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