La Voz de Galicia

El Bala

Maceda

Luis M. Rodríguez

11 Sep 2018. Actualizado a las 05:00 h.

Presentar a Alejandro Valverde Belmonte en un entorno ciclista es del todo innecesario. Y, en una provincia como la de Ourense, lo cierto es que cada vez nos resultan más familiares las competiciones a pedal, en parte por ese despliegue de toda una locomotora como la Vuelta a España, pero también por el esfuerzo de clubes modestos, que cubren un abanico amplio desde las convocatorias cicloturistas a las de la bicicleta de montaña, al más alto nivel.

Cuentan las leyendas urbanas que al citado Valverde ya le llamaban El Imbatido a los 9 años y que algunos padres de jóvenes principiantes le pedían a aquel niño, enrolado en la Escuela de Ciclismo de Murcia, que no participara en alguna carrera, a fin de que sus hijos pudieran optar a una victoria. Lo que sucedió después, es de sobra conocido. Alejandro es tan brillante en disputas de un día como eficaz en emblemáticas competiciones de tres semanas. Con 38 años a sus espaldas, ya convertido en El Bala o Balaverde, es un ejemplo de competitividad que también por estos lares encandila a quienes disfrutan sobre una bicicleta.

Está bien cuidar la base, podríamos decir que es prioritario, pero además es importante elegir referencias. La figura de José Antonio Hermida fue imprescindible para lo que sucedió en Maceda. Así lo reconoció un Pablo Rodríguez que viene de admitir en Luíntra que incluso podría cambiar algún el BTT por el ciclismo de carretera. Iván Feijoo y Carlos Canal siguen la estela del actual profesional del MMR y otros muchos niños en la provincia garantizan que la racha seguirá, sea en el campo del todo terreno o en la senda del Bala. Vamos.


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