La Voz de Galicia

Todo tiene un límite

Ourense

Rubén Nóvoa

18 Mar 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Atodos nos pasa y es lo más normal del mundo. No es nada de lo que avergonzarse. Cuando nos gusta algo se nota. A los periodistas también. Una noticia sobre un tema o un personaje con el que tienes empatía, te queda más lucida que otra que se te hace difícil hasta sentarte en el teclado para escribirla. Es humano, porque una de las pocas cosas que tienes claras cuando sales de la facultad de Periodismo es que la objetividad no existe y que es absurdo perder años en tratar de encontrar ese equilibrio máximo en las informaciones. A los políticos también les pasa y es natural. Por ejemplo, si a una concejala de Cultura le gusta el rock siempre tendrá más querencia por traer a Los Suaves que, por decir algo, al Combo Dominicano. O al revés. No pasa nada. Es natural, siempre que se haga en un escenario de equilibrio y lo que contrate tenga el mismo interés o similar. Pero todo tiene un límite. Las aficiones o pasiones no pueden en ningún caso hacerte perder la perspectiva y fallar a la profesionalidad (si eres periodista) o a la responsabilidad que has adquirido con tus votantes (si eres político).

En esto me dio por pensar en estos días de la gira americana de José Manuel Baltar. Una cosa son sus aficiones y pasiones y otra los intereses de la provincia Ourense. Por mucho selfie que se traiga de vuelta, dudo mucho que los problemas de la economía ourensana se vayan a resolver en la Gran Manzana. Es un lugar fantástico para ir de vacaciones (se lo recomiendo a todos para una luna de miel), pero me parece innecesario llamar a esas puertas cuando lo que haces es política provincial.

 


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