La Voz de Galicia

Denuncian un nuevo punto negro de trapicheo de drogas

Ourense

p. s. ourense

Vecinos de la calle Rafael Dieste reclaman presencia policial para poner utilizar sin miedo un parque infantil en esa zona

30 Sep 2014. Actualizado a las 05:10 h.

A los vecinos de la calle Rafael Dieste, entre las de Julio Prieto y Pena Trevinca con acceso desde la plaza de San Cosme, les preocupa no poder utilizar ni la plaza de la que disponen, ni tampoco el parque infantil. La progresiva transformación de este espacio en lugar de trapicheo y consumo de drogas, sumado a la acumulación de suciedad y la proliferación de jeringuillas tiradas, es motivo de inquietud entre el vecindario. Ni las continuas llamadas a las policías local y nacional, ni tampoco las quejas a la Oficina de Atención ao Cidadán han dado los frutos deseados. Han optado por llamar directamente a la puerta del alcalde y reclamar una mayor presencia de la Policía Local, contando además con que cuenta con una oficina en el casco histórico. La falta de vigilancia, se preguntan, «¿será porque no pueden entrar en la plaza en su vehículo?».

El cuadro, según aseguran, no es nuevo. El cambio de ambiente lo empezaron a notar en los primeros meses del año. El grupo de personas que pasa las tardes en la plaza es cada vez más numeroso, como indican en el escrito al regidor. El detalle de los abusos es amplio. «Beben alcohol en el parque infantil, fuman, dejan sus perros de razas peligrosos, se desnudan, chillan; orinan en el parque, en la fuente, en los portales y en cualquier parte de la plaza; rompen botellas de alcohol, se pelean entre ellos ocasionando daños; fuerzan las puertas de los bajos propiedad de Xestur para meterse dentro y, lo que es más preocupante, se está trapicheando a la vista de los vecinos sin ningún reparo».

Detectan los vecinos que el problema se agudizó en las últimas semanas al haberse cerrado unos edificios abandonados de la calle Hernán Cortés. «Ahora el número es mayor y se vienen a pinchar delante de los portales, dejando las jeringuillas en el suelo, con lo que conlleva» de riesgo.

Reivindican los vecinos que se intensifique el baldeo de la zona y la limpieza de los desagües, atascados prácticamente todo el año, por lo que provocan resbalones y malos olores. La acumulación de vómitos, restos de alcohol y orina «no la quita una escoba».

El detalle de las quejas incluye la presencia de perros sueltos y sin correa ni bozal, pese a que en algún se trata de razas potencialmente peligrosas.


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