La Voz de Galicia

El «buen ojo» de Sánchez

Opinión

M.ª Carmen González

04 Dec 2025. Actualizado a las 12:28 h.

Que Sánchez está en una situación complicada, no hace falta explicarlo. Se enfrenta a dos enormes desafíos. De un lado, gobierna con una minoría que mantiene bloqueada cualquier medida en el Congreso. No parece que, por ahora y pese a los últimos regalos pensados para los independentistas, se vaya a resolver en un plazo inmediato. De otro, el flanco judicial se abre con varias causas que no tienen buena pinta. Y son consecuencia del buen ojo de Pedro Sánchez.

 

Su primer secretario general, José Luis Ábalos, está en prisión acusado de amañar obras, cobrar comisiones y repartirlas con sus colaboradores. Aparte de tener a un buen puñado de empresas pagándole un carísimo tren de vida y algunas novias enchufadas en empresas públicas, cobrando sin trabajar.

Le sucedió en el cargo como número dos del PSOE Santos Cerdán, un hombre mucho más discreto en sus costumbres —no así su mujer— pero que, según las investigaciones, habría heredado la estructura corrupta, influyendo en la adjudicación de obras y cobrando comisiones.

Pero es que el tercero en caer, Paco Salazar, que a punto estuvo de ser aupado como adjunto a la Secretaría General, tuvo que dejar sus cargos tras ser denunciado por acoso. Los detalles que han trascendido sobre su comportamiento, como muy bien dijo la ministra portavoz, son vomitivos.

¿Y el secretario general no tiene ninguna responsabilidad en esta cadena de escándalos? Solo caben dos posibilidades y ambas son demoledoras. Que supiese perfectamente lo que estaba ocurriendo, tanto con las corruptelas como con el acoso, y que no hiciese nada. Lo que sería dramático. O que, como él dice, no supiera nada. Tampoco vale como excusa, porque significaría que no ha estado a la altura de lo que requiere su responsabilidad en el partido: tanto por su mala elección de los cargos como por no haber establecido los mecanismos necesarios de control.


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