La Voz de Galicia

Zelenski, en el frente; Puigdemont, al maletero

Opinión

César Casal

01 Mar 2022. Actualizado a las 05:00 h.

Todavía hay clases. Tenemos en el mundo políticos con dignidad, con nivel, y luego tenemos otra clase de políticos. Les voy a hablar de dos repúblicas y de sus dirigentes. La frase la dijo Josep Borrell y no pudo ser más atinada para elogiar el papel del presidente de Ucrania, Zelenski. Borrell: «No es un líder que huya escondido en el coche». En algunos países no le habrán entendido, pero en España lo comprendimos al instante.

Hay muchas diferencias, por supuesto. Ucrania es una república de verdad. Cataluña es una república imaginaria. España no invadió Cataluña, ya que forma parte legítima y constitucional de su territorio. Ucrania ha sido invadida en una guerra a muerte, en todo su territorio, lo que pone en valor el mérito de su dirigente al quedarse al frente de su pueblo a sufrir lo que tenga que sufrir, con un claro riesgo para su vida y las de sus compatriotas, igualiño que en Cataluña.

Zelenski es un ejemplo, donde Puigdemont es un sainete. El presunto líder de los catalanes independentistas huyó escondido en el maletero de un coche. Una imagen puede más que mil palabras. Zelenski en la capital, bajo el fuego enemigo, en el frente, poniendo en riesgo su vida. Puigdemont, agazapado en el maletero, sabiendo que le esperaba una vida regalada en un palacete en Waterloo.

Lo que resulta increíble es que todavía en Cataluña haya gente que crea en este hombre. Es alucinante que quienes estuvieron en la cárcel como Junqueras le vayan a rendir pleitesía al president de pega, que, tan pronto pudo, pasó a las arcas públicas, de las que sigue viviendo, una mariscada con champán en uno de los mejores restaurante de Bruselas. Un fenómeno. Dudo mucho que la dieta de Zelenski estos días vaya por esos derroteros de esplendor.

Pero como en España nos encanta autodañarnos, somos líderes en autolesión, ahora el Tribunal de Cuentas, con los últimos fichajes designados por los socialistas, permite que el instituto público de crédito de la Generalitat avale los pagos con los que fueron castigados por sus delitos los condenados por un referendo ilegal. Un líder fugado en el maletero y los otros, aunque pagaron cárcel, exonerados de abonar con sus patrimonios, el daño al Estado. Otra pirueta o cesión de Sánchez para que vuelvan los votos de ERC y de Junts per Catalunya. Pero lo mejor es que entre los que se van a librar de pagar está también esa copia de valor de Zelenski que es Carles Puigdemont. A los españoles de a pie solo se nos puede ocurrir que nuestras multas de tráfico nos las pague o avale también la Generalitat. ¿Por qué no?


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