Chulerías, las justas
Opinión
31 Dec 2014. Actualizado a las 05:00 h.
Los griegos, que son unos señores que están endeudados hasta las cejas, que trucaron sus cuentas y que no quieren devolver lo que les prestamos, han puesto a tiritar a Europa. Porque los que lideran un proyecto tan sólido y equilibrado como es el europeo, se acaban de dar cuenta de que si el 25 de enero no ganan los suyos, se les puede venir abajo todo el quiosco. Y que tras el griego se les pueden caer el español, el francés y así hasta el infinito.
Casi siete años de recortes, desahucios, miseria y ayudas bancarias tenían que acabar como parece probable que acabe esta historia. Con la llegada al poder de unos señores que no están dispuestos a respetar las reglas que no aceptaron y que entienden que quienes nos sumieron en la pobreza no están capacitados para sacarnos de ella. Vamos, que el alcoholismo no se combate con más whisky.
Pero eso es lo que piensan las imaginativas y brillantes mentes que dirigen nuestra Europa. Que solo desde el sufrimiento y el sacrificio es posible un tiempo mejor. Lo piensa y lo decide una señora en Berlín y lo asumen e imponen unas ovejitas que siguen sus mandatos en manada. Lo impone una señora, muy señora ella, que cree que el austericidio es la única fórmula para abandonar este fangal.
Europa está castañeteando por mucho que quiera mostrarse firme y tajante. Eso de que Grecia tiene que cumplir, que no hay otra alternativa a los recortes y que de esta situación se sale a base de dejar más heridos y más muertos en el camino, no es más que una pose. Porque como lleguen Syriza, Podemos, M5S o el Frente Nacional, vamos a ver cómo Europa en vez de tiritar se pilla una pulmonía que la lleva al cementerio. Así que chulerías, las justas.