El Racing Club Ferrol cierra el círculo de un 2025 para olvidar en el estadio de A Malata
Opa Racing
Unionistas, último rival de un año con tres entrenadores y marcado por el descenso
11 Dec 2025. Actualizado a las 13:19 h.
Veinte partidos, tres entrenadores —que ascienden a cinco si se tienen en cuenta los encuentros en los que Javier Manjarín y David Pérez tomaron las riendas por las sanciones de Cristóbal y Pablo López, respectivamente—, un descenso de categoría y dieciséis dianas festejadas son solo algunos de los datos que deja el paso del 2025 por el estadio de A Malata. El Racing Club Ferrol cerrará el domingo frente a Unionistas (16.00 horas, LaLiga+) el círculo de un año para olvidar en el fortín de la ría. Una oportunidad de oro para, al calor que otorga la segunda posición en el Grupo 1 de Primera Federación, exorcizar de una vez por todas los demonios que se fueron acumulando con el paso de los partidos y mirar al frente. Hacia un 2026 ilusionante y con la hoja de ruta bien definida.
el banquillo
Tres inquilinos
Tres entrenadores en un año natural son muchos para un club que se venía caracterizando por la estabilidad del proyecto. Los malos resultados cosechados por el Racing de Cristóbal derivaron en la llegada del asturiano Alejandro Menéndez a comienzos del 2025. Con el de Priego de Córdoba sancionado, le tocó a Javier Manjarín despedirse al frente del banquillo de A Malata en la derrota copera frente al Rayo y en el empate sin goles ante el Cartagena. El estreno de la dupla Menéndez-Salvachúa se hizo esperar en el estadio ferrolano. La borrasca Herminia provocó el aplazamiento de la visita del Burgos, fijada para el 26 de enero, a causa de las fuertes rachas de viento. El Castellón fue la primera prueba de fuego real del cuerpo técnico en A Malata en un partido en el que cayó el Racing por 1-3 y, con gol de Nico Serrano vistiendo la elástica del Sporting, se despidió Menéndez —también con derrota— del banquillo de fortín de la ría el mismo día que lo hizo el racinguismo del fútbol profesional. Tras una profunda reestructuración le tocó el turno a Pablo López, que se marcó como objetivo hacer del estadio ferrolano un fortín. Su estreno fue a ritmo de victoria, ante la Ponferradina, y su saldo total es de dos derrotas (una en la Copa), tres empates y cuatro victorias en nueve partidos.
los goles
Un cambio de tendencia
El año saliente en A Malata estuvo marcado el pasado curso por una preocupante sequía anotadora. En los veinte partidos disputados en A Malata el Racing anotó 16 tantos y 11 de ellos se produjeron ya en la etapa de Pablo López. Con cinco dianas en once partidos en casa, el pasado curso el Racing celebró su último gol con el penalti anotado por Chiki Borrego en la victoria frente al Cádiz (1-0) cuando el descenso estaba más que consumado.
Solo con Pablo López al timón logró el Racing anotar más de un gol en su feudo. Fueron dos frente a la Ponferradina, el Talavera y el Mérida y tres ante el Arenas Club de Getxo.
el horizonte
Mejorar los guarismos
Este domingo, después de un empate y una derrota en los dos últimos encuentros, el Racing encara el choque 21 y último del año en casa con la misión cerrar capítulo con un +3 que invite al racinguismo a pasar página. Una declaración de intenciones para fortificar A Malata en el 2026 que pasa necesariamente por una mejora de los números de los de Pablo como locales. El equipo bajaría del segundo al noveno puesto si solo se computasen los partidos en casa.
Con 15 de 24 puntos cosechados al Racing le toca picar piedra en casa (son 11 goles anotados y 8 encajados en la Liga como locales) y no hay mejor declaración de intenciones que acabar el año al revés de como empezó: de la derrota copera frente al Rayo a la victoria frente a Unionistas.