Demasiadas adversidades para el Racing de Ferrol

El Racing, que afronta la dura cuesta de enero, asaltó uno de los feudos más difíciles de la categoría, El Molinón, el campo en el que el Sporting de Gijón se había mostrado invencible. Golpe encima de la mesa de un Racing con coraje, capaz de superar todas las adversidades y que con 41 puntos en su cuenta dio otro paso de gigante para asegurarse de forma matemática la permanencia en Segunda. Los ferrolanos ganaron en Gijón con justicia, remontando un adverso marcador a base de coraje y buen juego, ya que, al menos por momento, el equipo ha vuelto a dejar las mejores sensaciones, pese a la importante ausencia de la brújula, Jesús Bernal, por sanción.

Sin embargo, al margen de los tres puntos, el partido tiene sus consecuencias. Señé sufrió problemas físicos, por lo que no pudo acabar el partido y Nico Serrano apenas pudo estar en el campo diez minutos, ya que tuvo que ser sustituido tras una mala caída en la que se le salió el hombro. Por si fuera poco, Jon García vio la quinta amarilla y se perderá el próximo partido en casa, ante otro hueso, el Eibar.

La historia del Racing en este mes de enero ha sido un sumatorio de adversidades, aunque el equipo de Cristóbal Parralo ha demostrado que es capaz de superar todos los obstáculos que se le presentan en el camino.

El primer golpe y el más importante fue perder a Carlos Vicente, lo que significa quedarse sin la mejor baza ofensiva, el que generaba el 30 % o 40 % de las ocasiones de ataque y que ahora brilla en el CD Alavés, en donde ya es titular indiscutible. Todavía no se ha estrenado como goleador, aunque ya acumula dos asistencias de gol.

El campo de A Malata ha sido otro de los enemigos del Racing en este arranque del 2024. Es cierto que está mal para los dos equipos, aunque a los ferrolanos les hace especialmente daño a la hora de jugar el balón. Los de Cristóbal tenían mucha confianza en casa, con el apoyo de su afición y ahora mismo, pendiente de que la situación mejore el estado del terreno de juego no les ayuda. El equipo apenas lo ha podido pisar en el mes de enero, lo que siempre es una complicación extra, ya que no son las mismas dimensiones que el campo de A Gándara, en donde trabaja habitualmente. Además, A Gándara tampoco está bien, el equipo hizo entrenamientos allí con un campo encharcado, arriesgándose a una lesión.

Demasiadas lesiones

Frente al Sporting de Gijón, Manzanara y Señé eran lo único que tenía Cristóbal Parralo para el medio campo. Las lesiones y sanciones por tarjetas han sido otro hándicap para el equipo desde que arrancó la temporada. Lo de Chuca , que vuelve a estar lesionado, clama al cielo, tiene poca explicación.

Cristóbal Parralo es el primero que no habla de todas estas circunstancias que están afectando al equipo. No quiere buscar excusas, y cuando el equipo juega mal, lo reconoce, sin hablar de nada más.

En Gijón, su equipo ha vuelto a dejar patente que es capaz de superar todos los obstáculos que se le presentan por el camino. Es para sacarse el sombrero. Lo de El Molinón ha sido una nueva lección de entrega, de no rendirse, pase lo que pase. Está claro que es el año del Racing.