La Voz de Galicia

La pizarra que nubló al Racing

Opa Racing

Elba de la Barrera Ferrol / La Voz
Jon García, en la imagen cubriéndose el rostro, durante el partido entre Eibar y Racing.

El técnico del Eibar asestó una estocada estratégica a los de Cristóbal

17 Sep 2023. Actualizado a las 23:39 h.

El Big Data, las sesiones de vídeo y la tecnología a pie de campo forman parte de ese nuevo universo denominado fútbol moderno. De este modo, los avatares de un partido van mucho más allá del tradicional parte meteorológico adverso o de la inoportuna lesión de uno de los jugadores elegidos por el técnico para encarar el reto semanal. Y es que, a día de hoy, cada jornada liguera comienza a jugarse durante la semana de preparación. Con el cuerpo técnico reunido en cónclave para, rebobinado mediante, calibrar al milímetro las fortalezas y debilidades del rival antes del pitido inicial del partido.

el sistema rival

Superioridad por dentro

Un extremo que el técnico del combinado armero, que paradójicamente acudía a la cita de la semana en Ipurua mermado por sanciones y bajas en la zaga, aprovechó para agitar la pizarra y en una genial tormenta de ideas desatar la tempestad perfecta para minimizar las virtudes del Racing. Con un Sergio Álvarez reconvertido de mediocampista en central y una variación de su habitual 4-2-3-1 para introducir a Quique como jugador más adelantado, situando a Stoichkov ligeramente escorado a la izquierda, Exteberria logró imponer superioridad por los carriles interiores y desatar las dudas en un Racing que salió en tromba en los primeros compases del partido, por mediación de Carlos Vicente y de Héber Pena, tal y como reconocía el propio técnico armero que indicaba que los suyos, bien aleccionados durante la semana de análisis y tanteo, recitaron la lección al dedillo para, a base de paciencia, lograr clavar la lección de geometría sobre el tapete de Ipurua, conformando un cuadrado perfecto al borde del área custodiada por Ander Cantero y acechando la espalda de los jugadores de la escuadra verde por mediación de un viejo conocido como Mario Soriano.

De la pizarra de Exteberria surgieron las dudas de un Racing que, en esta ocasión, no supo acompasar sus pasos al compás que marcaba el Eibar. Y es que los movimientos de los centrocampistas de Cristóbal acababan propiciando la movilización de los jugadores de posiciones más retrasadas desguarneciendo en más ocasiones de las habituales el arco custodiado por Ander Cantero.

sin ajuste posible

Capacidad de respuesta

Fruto de uno de esos desajustes defensivos llegó el primer tanto del combinado armero, a cargo de un Stoichkov que, a pesar de estar tocado, no quiso perderse el examen para el que tanto habían estudiado y para el que se ganó el apelativo de alumno aventajado de la clase. Tampoco el capitán Arbilla faltó a la resurrección del Eibar en Ipurua en una acción a balón parado, haciéndole daño a un Racing que venía de hacer gala precisamente de su solidez defensiva.

Valoraba Cristóbal al inicio de la travesía de la banda en Segunda División que la capacidad de respuesta de los suyos sería uno de los principales activos para la supervivencia y consolidación del Racing en el fútbol profesional. Hasta el momento, los ferrolanos se habían repuesto a todo tipo de circunstancias. Los nervios de los primeros minutos en el fútbol profesional ante el Elche en el Martínez Valero, la expulsión de Delmás en el Tartiere o la lesión de Chuca en los primeros compases del duelo ante el Sporting son solo algunos ejemplos de este acción-reacción de los verdes en el inicio del campeonato liguero.

la tecla de cristóbal

Obrar el orden del caos

No obstante, en Ipurua, el Eibar consiguió nublar la vista a un Racing que, al contrario de lo que ocurrió en el combinado armero que aprovechó sus bajas para hacerse fuerte, vio como su principal fortaleza se convertía en ese talón de Aquiles que te lleva a trastabillar sin remedio. Y es que el equipo sólido y con las ideas claras fue excesivamente reconocible para un rival leído y estudiado, que se sabía cada escena y diálogo de la película al dedillo.

Sabedor de lo que estaba ocurriendo y predicando con el ejemplo de la importancia de la capacidad de respuesta optaba Cristóbal por pagar a Exteberria con su misma moneda y revolucionaba las piezas dispuestas sobre el tablero. Pobló la sala de máquinas con la entrada de Manzanara, desplazó a Brais al lateral derecho y situó a David junto a Jon García en el eje de la zaga. El lateral izquierdo se lo encomendó a Iker Losada y, como guinda, empleó por primera vez a dos referencias ofensivas. Totum revolutum como conjuro final, en un desorden lógico con el que, quizás demasiado tarde, intentó el técnico de los ferrolanos desdibujar el efecto Exteberria en un partido que pasará a formar parte de la hemeroteca de cabecera de Cristóbal.

Y es que precisamente el propio técnico de los ferrolanos, al término del choque, valoraba que el partido es uno de esos duelos de los que se pueden extraer muchas e interesantes conclusiones. Así, a pesar de que el equipo deberá resetear para que el varapalo no lastre el devenir de los próximos enfrentamientos, Cristóbal analizará al detalle los movimientos con los que Exteberria logró darle jaque.

el horizonte liguero

Subir el Tourmalet

La derrota tenía que llegar y ya avisaban desde el inicio del campeonato desde el seno del vestuario de A Malata de lo complicado de una categoría en la que han logrado sumar la mitad de los puntos en liza hasta la fecha.

«Pies en el suelo» es precisamente uno de los lemas de Cristóbal Parralo desde su llegada al combinado ferrolano y no hay nada mejor que un golpe de efecto para no perder el foco antes de la escarpada subida que aguarda ahora al pelotón, con la visita del Zaragoza el próximo lunes y la expedición a Cornellá para medirse al Espanyol, tan solo una semana después, en una suerte de Tourmalet liguero en el que, como venía avanzando en las últimas semanas plantilla y entrenador, será fundamental poder contar con el aliento de un racinguismo curtido en campos de Tercera y Segunda B.

 

Cristóbal, después del tropiezo en Ipurua, ya prepara, ojo avizor, la pizarra. Y el Racing suma una nueva experiencia, tan aciaga como necesaria, en su regreso al fútbol profesional.


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