El centro derecha conserva el poder en las principales ciudades lusas

Los portugueses decidieron ayer que el poder en los principales ayuntamientos del país continúen en las manos que estaban, según las primeras proyecciones de voto emitidas después de las siete de la tarde, hora de cierre de los colegios electorales. Así, en Lisboa, el alcalde Antonio Carmona, del PSD, obtendría entre un 40-44% de los votos, frente al socialista Manuel María Carrillo, que sacaría un 26-30%. En Oporto, se confirmaría la victoria de Rui Rio (PSD) con el 43-48% frente a Francisco Assis (PS), con el 36-40%. Tampoco en Sintra los socialistas, con el hijo del ex presidente Mario Soares encabezando la lista, (29-33%) logran arrebatar el sillón a la coalición liderada por los socialdemócratas del actual regidor, Fernando Seara, (43-47%). Los llamados candidatos bandidos , independientes que tienen asuntos pendientes con la justicia, acceden al mando municipal con total comodidad. El huracán Fátima Felgueiras obtendría entre un 53-58% de los sufragios en Felgueiras, mientras Isaltino Morais se adjudicaría el 36-40% en Oeiras, y Valentín Loureiro arrasaría en Gondomar con un 54-60% de papeletas. Las municipales trajeron a Portugal una persistente y necesitada lluvia que se volvió más intensa por la tarde. Por la mañana, las nubes dieron su tregua y aún así a las 12.00 horas la participación era del 21,35%, para subir al cierre de los colegios hasta el 65%. Los líderes políticos, sabedores del descontento y de la apatía de los ciudadanos por las urnas, apelaron durante todo el aísa al interés que para todos tienen las elecciones. En las incidencia registradas destaca que en Coimbra los colegios abrieron dos horas más tarde que el resto por un problema en la impresión de papeletas, y en Oeiras el candidato independiente Isaltino Morais fue denunciado por socialistas y socialdemócratas por llevar a personas a votar en vehículos del partido e influir para que votasen por él. Morais tiene un currículo un poco especial, además de problemas pendientes con la justicia por no haber declarado unas cuentas en Suiza. Cuenta un ex compañero de universidad que entró en la facultad con los zapatos rotos y salió «forrado». Sin embargo, el incidente que puede tener más trascendencia es el protagonizado por Mario Soares. Un portavoz de la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) denunció que violó la Ley Electoral por pedir el voto para su hijo, Joao Soares, candidato a la alcaldía de Sintra. El ex presidente de la República comentó después de depositar su voto que «toda la gente sabe que hay un empate técnico y espero que se decida a favor del candidato socialista, o sea, Joao Soares». El hecho puede ser castigado con seis meses de prisión y multa de hasta 60 días.