La Voz de Galicia

El Concorde cayó dos minutos después de despegar de París con un motor en llamas

Internacional

F. ITURRIBARRÍA. Colpisa PARÍS

CATÁSTROFE AÉREA EN PARÍS Los pilotos, en una maniobra desesperada, lograron que el aparato no se estrellase contra unos bloques de viviendas El Concorde, el orgullo de la industria aeronáutica franco-británica, se transformó ayer en catástrofe y tragedia. En el primer accidente mortal del avión supersónico desde su entrada en servicio comercial en 1976, fallecieron 113 personas, en su mayoría ciudadanos alemanes que viajaban a Nueva York. Dos pasajeros eran daneses, uno estadounidense y otro austriaco. El accidente se produjo hacia las cinco menos cuarto de la tarde de ayer al incendiarse uno de los cuatro reactores Rolls Royce-Snecma Olympus 593 en el momento del despegue desde el aeropuerto parisiense Charles de Gaulle en Roissy.

25 Jul 2000. Actualizado a las 07:00 h.

Los pilotos no pudieron controlar el aparato, que apenas cogió altura, y en una maniobra desesperada consiguieron evitar varios bloques de viviendas. El aparato terminó envuelto en llamas su angustioso viaje al apocalipsis dos minutos después de abandonar el aeropuerto al impactar contra la estructura de madera de un hotel en la localidad vecina de Gonesse. «El avión se desintegró completamente en el suelo. Lo que se ve son los restos humeantes del hotel», declaró un gendarme dos horas después de la catástrofe. Del establecimiento sólo se reconocía entre los escombros calcinados un letrero con su nombre: Hotelissimo. En el accidente perecieron los 109 ocupantes de la aeronave: sus cien pasajeros (96 alemanes, dos daneses, un estadounidense y un austriaco), los tres pilotos y las seis azafatas. La tripulación pertenecía a la compañía Air France, la única empresa que opera con aviones Concorde junto a la británica British Aerospace (BA). Las otras cuatro víctimas mortales eran ciudadanos que se encontraban en tierra, en el lugar del impacto. Los cien pasajeros, tres de ellos menores de edad, viajaban a Nueva York en un vuelo especial fletado por el tour-operador alemán Peter Deilman. En Estados Unidos tenían previsto zarpar a bordo del paquebote MS Deutschland para participar en un crucero de dos semanas rumbo a Manta (Ecuador) organizado por la misma agencia germana. Un portavoz de Air France indicó que el Concorde «tenía un motor incendiado», observación coincidente con las declaraciones de numerosos testigos. Tráfico español La catástrofe del Concorde afectó al tráfico aéreo español al verse obligado el organismo que gestiona los aeropuertos parisinos a imponer en el Charles de Gaulle fuertes regulaciones en las operaciones. Por este motivo los vuelos con destino a ese aeropuerto desde Madrid y Barcelona sufrieron una demora superior a la hora y media.


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