Día de San Patricio: Los mandamientos para celebrar el patrón de Irlanda
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San Patricio alrededor del mundo
El 17 de marzo las instrucciones son claras: acomodarse bajo un enorme gorro verde, rendirse al trébol como símbolo y localizar el pub irlandés más cercano. Qué empiece la fiesta
17 Mar 2014. Actualizado a las 22:49 h.
El día de San Patricio es sinónimo de fiesta, mucha fiesta, aliñada con pintas de Guinness, música folk de la Irlanda profunda y altas dosis de color verde. El mundo se tiñe por un día del color de los prados de Dublín y todo, de repente, es hierba, tréboles, barbas y lúpulo. En honor a este santo, patrón de Irlanda, las numerosas cervecerías irlandesas sembradas a lo largo y ancho de todo el mundo se visten de gala este lunes, suben el volúmen de la música y despliegan sus mejores ofertas para entregarse a la fiesta de las jarras y la espuma.
En el día de San Patricio solo existe el color verde
Ser irlandés durante 24 horas pasa por enfundarse en prendas de ropa de recorran cualquiera de los tonos que integran la gama del verde. Verde campo, verde oliva, musgo, botella, verde militar, esmeralda, verde azulado, verde menta. Y todos los Pantone que se nos ocurran. El día de San Patricio no permite concesiones sin que esté por el medio el color de la tierra que se jalea cada 17 de marzo. Así muchas cervecerías irlandesas ponen como condición indispensable para sumarse a sus juergas presentarse en la barra del establecimiento ataviado con alguna prenda, o en su defecto pintado, de color de la esperanza.
Tréboles para atraer la suerte
Cuenta la leyenda que San Patricio explicaba el concepto cristiano de la Santísima Trinidad utilizando un trébol. Así, el motivo de las tres hojas -conocido como Shamrock en Irlanda- se suma al verde como bandera, adueñándose cada día de San Patricio de cualquier espacio despejado en el que se pueda acomodar. Insignias de tréboles, pegatinas, dibujos en camisetas o estampados en pañuelos. Mejor si el trébol es real, si se consigue un ejemplar auténtico de esta especie, y todavía mejor, si se encuentra de cuatro hojas, imán por excelencia de la suerte y la buena fortuna. El trébol de la especie Trifolium repens, poseedor de connotaciones mágicas y legendarias herederas de la tradición celta, es oficialmente el símbolo de Irlanda.
El día de San Patricio no es el día de San Patricio sin una Guinness
Lo siento. Hoy no valen las cervezas autóctonas, ni tampoco las artesanas tan buenas que nos sirven en nuestra cervecería favorita. El día de San Patricio perdería toda su magia si en lugar de elevar al cielo una helada pinta de Guinness brindásemos con nuestra cerveza favorita con sello español. Pensar en Irlanda es pensar, además de en whisky, en cerveza. Fue en la Isla Esmeralda donde comenzó a elaborarse esta bebida hace aproximadamente cinco mil años a base de recetas propias de los dueños de las pequeñas tabernas. Guinness, Beamish, Smithwick's y Harp son las marcas más emblemáticas de la cerveza hecha en Irlanda. Resulta difícil encontrar en este territorio del norte de Europa alguna región que no cuente con su propia receta y por eso, en este clima propicio de litros y litros de este clásico zumo de cebada, Irlanda es también campo de cultivo de locales abiertos únicamente para empinar el codo: los clásicos pubs irlandeses.
En el día de San Patricio busca tu cervecería irlandesa más cercana
Proliferaron pues por todo la geografía de la República de Irlanda locales de madera, con un cartel de «bar» colgado sobre la puerta, en el que empezaron a servirse bebidas acompañadas de comida. Porque al pub irlandés uno va a beber, no a comer. A regocijarse en la interminable carta de marcas de cervezas, negras, rubias, tostadas o incluso rojas. A tantear cuál sabrá más a fruta y cuál a café. A retarse a probarlas todas del principio al final. Por orden alfabético si puede ser. Y es que estos míticos locales fueron reproduciéndose por todo el planeta hasta convertirse en elementos habituales del paisaje urbano de cualquier ciudad del mundo. No hay ciudad verdadera sin pub irlandés que se precie. Por eso, el día de San Patricio no será complicado identificar nuestra cervecería de cabecera y hacer un hueco en nuestra apretada agenda para parar a deleitar nuestro paladar con una nueva casa que todavía no hayamos probado.
Plantarse un enorme gorro verde en la cabeza
La forma más fácil de identificar el día de San Patricio, por si alguien se levanta el lunes sin saber en qué fecha del calendario vive, no son sin embargo los tréboles o la sobredosis de verde. En cuando al girar cualquier esquina, uno divise una marea de gigantescos gorros acolchados verdes y negros caerá en la cuenta de que, un año más, estamos ya a 17 de marzo. Es habitual en esta jornada festiva que las tabernas irlandesas regalen a sus clientes este gracioso accesorio, que recuerda al atuendo que visten hoy en Irlanda los participantes del gran desfile del día de San Patricio. Metidos en el papel de auténticos duendes, los más entregados a la celebración se van dejando llevar con cada pinta que tragan por el espíritu folclórico irlandés hasta llegar al punto de, completamente integrados con el gran sombrero, acabar incluso entonando canciones tradicionales de esta región europea.