El Bolonia minimiza al Celta (1-2)

Un tiro a portería. Ese fue todo el caudal del Celta ante un Bolonia superior. De poco valió que los vigueses se adelantasen en el marcador tras un jugadón de Williot Swedberg con remate de Bryan Zaragoza. Pero con la diferencia de juego vista en Balaídos, el 1-0 era un bien efímero y en la segunda mitad, seguramente en el único momento en el que los celestes estaban domesticando al rival, llegó el empate de penalti y, poco después, Bernardeschi culminó la remontada. Con el 1-2, el cuadro celeste no tuvo capacidad de respuesta, no fue capaz de acercarse a la portería contraria y acabó sucumbiendo ante un rival intenso, táctico y con una extrema dureza que permitió el colegiado rumano. La segunda derrota consecutiva complica la competición continental de los vigueses, que ayer cayeron en casa por primera vez en este torneo.

Con ver el once, ya se sabía la importancia que Claudio Giráldez le daba al partido ante el Bolonia, aunque finalmente no surtiese el efecto esperado. El de O Porriño hizo todo lo contrario que en Razgrad -ante el Ludogorets.- y apostó por un once muy titular, con solo tres cambios respecto al Bernabéu y sin pensar en la cita que le espera el domingo, de nuevo en Balaídos y ante el Athletic Club. Incluso apostó por Óscar Mingueza, que se ha pegado tres palizas en una semana. Entre las novedades, rescató a Mihailo Ristic para jugar como central izquierdo.

La apuesta por un once de garantías no convirtió al Celta en protagonista del primer tiempo, porque el Bolonia, un equipo con mayúsculas, no se lo permitió. Los de Vincenzo Italiano presionaron alto, a pares como esperaba Claudio Giráldez, monopolizaron el balón y tomaron buena nota del Bernabéu para anular a Borja Iglesias y dejar a los vigueses sin salida. Sin embargo, el conjunto local aguantó y marcó en su única llegada de toda la primera mitad. Un giro prodigioso de Williot Swedberg, novedad en el once y que se colocó en el flanco derecho, posibilitó una diagonal del sueco camino de la portería rival y justo cuando iba a tirar, dio un pase atrás para que Bryan Zaragoza marcase con un tiro milimétrico.

El 1-0, poco después del cuarto de hora, les dio un momento de respiro a los celestes, que por fin fueron capaces de hilvanar una sucesión de pases para descansar con el balón, pero el quinto de la Serie A no tardó en volver a la carga y un fallo de Carl Starfelt en una cesión dejó a Rowe a un palmo del gol, si bien su remate no cogió portería. Luego llegaron los centros laterales, envenenados y con poca respuesta celeste, y al filo del descanso, Ionut Andrei Radu salvó el empate en un mano a mano con Castro, que había roto el fuera de juego por centímetros.

Aun así, el Celta tuvo la última con una falta botada al corazón del área a la que no llegó ninguno de los tres célticos en posición de remate. Mucho antes, en otra de las contadas llegadas, Swedberg se resbaló cuando estaba a punto de robar el balón a Ravaglia, el portero italiano.

El único momento para la esperanza fue el inicio de la segunda mitad. Durante un cuarto de hora, el Celta le quitó el balón al rival y parecía tener controlado el duelo, pero dos lances pusieron el partido patas arriba y destrozaron al Celta, que salió indemne de una revisión de VAR por un gol anulado, pero que pagó con la misma moneda una caída de Pobega tras un contacto con Javi Rodríguez. En un primer momento, se pitó fuera de juego, pero el visionado validó la posición y Bernardeschi engañó por completo a Radu.

Con el 1-1, Claudio Giráldez buscó reacción con los tres cambios, uno de ellos, Iago Aspas. El capitán, por una vez, fue protagonista negativo, porque cuando la defensa salía de su posición, el 10 dio un pase atrás sin dirección que dejó una Bernarsechi a campo abierto para correr y marcar con un tiro cruzado inapelable imposible para Radu.

Quedaba un cuarto de hora, pero no hubo respuesta por parte del Celta, al que incluso le costó superar la línea de medio campo ante un rival que mantenía la presión. En toda la recta final, lo único que hicieron los vigueses en ataque fue un par de internadas por la banda derecha con un tiro desviado de Javi Rueda. El Bolonia fue superior, se llevó el triunfo, y lejos de sellar la clasificación, los vigueses se complican el play-off.