La Voz de Galicia

Un año con los relojes parados

Grada de Río

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Doce meses después, el pacto de Los Escudos se ha quedado en papel mojado porque Celta y Concello viven en confrontación permanente, igual que sucede con el proyecto de ciudad deportiva en Tameiga

16 Dec 2018. Actualizado a las 22:02 h.

Hace un año Carlos Mouriño puso los relojes del futuro del Celta en marcha en el ya famoso pacto de Los Escudos, que escenificaba un acuerdo con el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia para dar vía libre a una nueva concesión del estadio de Balaídos y a la construcción de la ciudad deportiva del club en Mos. 366 días después los relojes están parados. El presidente del Celta amenaza con llevar el convenio a los juzgados y no ve al equipo una década más en el estadio de toda la vida. Y el proyecto de Mos, deportivo y comercial, está parado y con una fuerte oposición vecinal, con los dos campos que se van a construir en la parroquia de Pereiras como única realidad concreta.

BALAÍDOS

De un convenio por 50 años a verse fuera del estadio

El 15 de diciembre del año pasado Carlos Mouriño anunció que Balaídos tendría «unas instalaciones muy próximas a las que venimos reclamando» y a cambio se firmaría un nuevo convenio en el mes de marzo en el que el Celta pagaría 886.764 euros anuales por disponer del recinto deportivo y los bajos comerciales. Ese plazo nunca llegó a cumplirse y lejos de un nuevo convenio, el actual, que caduca en el 2034, puede acabar en el juzgado según declaró el presidente del Celta. Por el medio queda el distanciamiento entre Mouriño y Caballero, que se hace patente en el palco de Balaídos con un asiento vacío entre ambos. El último problema, la intromisión del alcalde en la ciudad deportiva, según la versión del club. Mientras, los proyectos para las gradas de Marcador y Gol, que deben completar la reforma, siguen parados y hay partes del estadio que amenazan ruina.

Para completar el panorama, el Celta preguntó al Concello mediante un burofax por las opciones reales que tendría el club de construir un campo de fútbol de su propiedad en el término municipal de Vigo. Una iniciativa que no obtuvo respuesta por el momento.

CIUDAD DEPORTIVA

Una fuerte oposición de los comuneros con el centro comercial como telón de fondo

El 16 de diciembre del 2017 el Celta presentó en el Multiusos de Mos su proyecto de ciudad deportiva que afectaba a una superficie de 820.000 metros cuadrados de los cuales 240.000 tendrían un uso deportivo, reservándose 140.000 para una zona comercial. El proyecto se repartía entre las parroquias de Pereiras y Tameiga, y con ninguna de ellas estaba cerrado el acuerdo por aquel entonces. Un año después, llegar a una entente con las comunidades de aguas (cuatro mostraron su oposición en público) y los comuneros de Tameiga (el no arrasó en su asamblea) parece muy complicado. La Comunidad de Montes pide ocho metros por cada uno de cesión y el Celta ofrece un dos por uno del todo insuficiente para los propietarios del monte. Mientras, las comunidades de aguas afectadas siempre han mostrado su reticencia e incluso ya pusieron el asunto en conocimiento de la Confederación Hidrográfica. En un clima de confrontación, con una manifestación en contra incluida, la vía de salida podría ser la expropiación forzosa, un camino que el PP abonaba con un nuevo punto en la Lei do Solo mediante una ley de acompañamiento en los presupuestos de la Comunidad autonómica. Una iniciativa que el propio gobierno descartó poco después. Tampoco ayuda el informe de la Consellería de Medio Ambiente, que muestra muchas dudas en materias como el impacto económico (en donde ha entrado con fuerza el Concello de Vigo), el patrimonio afectado, las zonas hidrográficas protegidas o la opción de expropiación forzosa. El caballo de batalla reside, en especial, en el centro comercial, y el presidente del Celta ya dejó claro en más de una ocasión que entiende el proyecto como un todo.

en marcha

Arrendamiento en Pereiras y a punto de comenzar la construcción de dos campos

El único reloj del futuro celeste que se ha movido. El Celta cerró un acuerdo de arrendamiento, con opción de expropiación pactada, con los comuneros de Pereiras a cambio de 226.064 euros. Allí se van a construir los dos primeros campos de fútbol de esa hipotética ciudad deportiva después de que el Concello de Mos le otorgase licencia a finales del pasado mes. El Celta ya mandó talar la zona e incluso una excavadora comenzó a mover las tierras. Falta por ver si cuando comiencen las obras entra en acción alguno de los actores que pudiera retrasar el proceso.

Nidia Arévalo (alcaldesa de Mos): «No se puede entender el ‘no es no’. Todo Mos se beneficiaría»

Nidia Arévalo, la alcaldesa de Mos, habla de «proyecto histórico» para su municipio con la ciudad deportiva que el Celta pretende levantar y apela al consenso entre todas las partes.

En su argumentación indica que «pese a quien le pese y a los miedos que quieran infundir algunos, el agua de Mos quedará garantizada de por vida. El mejor ejemplo es la parroquia de Pereiras, en donde técnicos independientes y elegidos por las propias traídas ya están trabajando en un estudio geotécnico que mejorará la red. En Tameiga, a los técnicos les consta que la afección es mínima y si les dejasen entrar a hacer los estudios sobre el terreno se podría demostrar. Tiene que haber otros intereses. No se puede entender el ‘no por el no’. Me consta que todo Mos se beneficiará de la inversión que modernizará nuestras canalizaciones y traídas. Como alcaldesa, no permitiría otra cosa».

En su análisis de la situación un año después de anunciarse, se refiere explícitamente a Tameiga para indicar que «habrá (en esa parroquia) el doble de monte comunal del que hay ahora. Se pasará de 18 a 36 hectáreas y quedará reforestado con especies autóctonas».

Para Arévalo, «todos los datos» son positivos, porque el proyecto generaría «empleo, 40 millones en infraestructuras, viales, saneamiento e impuestos de construcción y de IBI». 

Antonio Cajide (Comuneros de Tameiga): «O Concello está obrando de mala fe, amedrentando e insultando»

Antonio Cajide, el presidente de los Comuneros de Tameiga, se ha convertido en la referencia de la oposición vecinal al proyecto del Celta en Mos. El comunero pone el énfasis en que «están poñendo o acento en ocultar a parte do centro comercial e falan sempre de cidade deportiva».

En su análisis de lo sucedido durante este año hace una diferenciación. «Este ano tratábase de ver ata que punto era un proxecto en firme e sorprendentemente logo das xuntanzas que houbo con eles, en especial das traídas de augas, decatámonos de que non é un proxecto en firme, que non teñen nada feito. Están explorando as posibilidades que teñen de levalo adiante e ver se teñen oposición», dice con respecto al club, mientras que se muestra más beligerante con el gobierno municipal: «O Concello está obrando de mala fe, amedrentando e insultando aos propios comuneiros. De feito, na reunión desta semana meteu nunha asemblea a un concelleiro que tentou rebentar a reunión e case o consegue».

Cajide también habla de cambio de actitud de la propia alcaldesa en el conflicto: «Hai un ano dixo que fora ela ás portas do Celta a ofrecerlle a cidade deportiva sen sabelo os seus compañeiros de partido e agora di que foi o Celta o que a chamou a ela». Sostiene que dentro del PP a nivel autonómico ya hay voces discordantes con el propio proyecto.


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