Una gira de poesía y distorsión que partirá de Galicia

El terremoto que provocó Robe Iniesta y compañía tras la publicación del disco Agila en 1996 no anunciaba otra cosa que un tsunami de grupos que tomarían la poesía y el rock como base, elevando a la enésima potencia la etiqueta del llamado rock urbano o rock estatal, acuñado ya por Leño años atrás. A principios del 2001 grupos como Marea -quizás el máximo exponente- se vieron catapultados hacia la fama por un público que ansiaba más versos, y es que solo con Extremoduro no bastaba, más aún cuando los de Plasencia siempre han hecho de las suyas con parones discográficos y de directos.

Corría el año 2004 cuando Sínkope puso todas las cartas sobre la mesa con Humo de contrabando. Pese a llevar desde principios de los noventa, es con el comienzo del nuevo siglo cuando su nombre figura en festivales emblemáticos como el Viña Rock o el Extremúsica. Su rock poético y callejero encajaba con lo que el público reclamaba, mientras su directo resultaba un ejercicio ejemplar de tablas y buen hacer. Quizás haya sido la mala suerte la que no ha colocado a Sínkope en un puesto más alto de la carrera que es el rock urbano. Sus melodías han demostrado mantenerse con el tiempo, sus letras se muestran vigentes y Vito Íñiguez, cantante y letrista de la banda, siempre tuvo todas las papeletas para figurar como uno de los rostros más reconocibles de la escena española. Voz áspera, duende en el escenario y un legendario parche pirata en su ojo izquierdo.

De nuevo en la brecha, Sínkope inicia su gira en Galicia. Por delante, una decena de conciertos; por detrás, todo un anecdotario y un nombre propio en el rock peninsular, que no es poco.

Santiago. Sala Capitol. Viernes 1 de abril. 20.45 horas . 15 euros en taquilla