Ni la CIA puede con «Kryptos»
Firmas
La escultura de la sede central de inteligencia estadounidense lleva insertos cuatro mensajes encriptados de los que falta uno por revelar
26 Nov 2014. Actualizado a las 05:00 h.
Un buen día los más inteligentes de Estados Unidos, es decir, su servicio de inteligencia o CIA, encargaron al escultor de renombre James Sanborn una obra para decorar los jardines traseros de su sede central en Langley, Virginia. Y ambas partes propusieron el trabajo como un juego. Vale, hago la escultura pero, como aquí estamos en un lugar de expertos en cosas escondidas, dejaré ocultos cuatro mensajes, les dijo en 1990 Sanborn. Nacía así Kryptos, un biombo serpentiforme de bronce que presenta horadada la superficie por cientos de letras, concretamente 865.
Sanborn creía que el enigma de Kryptos sería resuelto pronto. Quizá sobrevaloraba a los agentes de la CIA, porque pasaron años hasta que fueron transcritos los tres primeros mensajes cifrados. Ahora solo resta un mensaje, es decir, 97 letras sin casar.
Pero a punto de cumplirse 25 años de que Kryptos se plantificó ante las oficinas de la CIA Sanborn, harto de tanto esperar a que una mente lúcida desvele el final de su sudoku escultórico, ha decidido animar a que el acertijo esté más cerca de conocerse con una pista a los miles de cerebros que tienen en Kryptos un quebradero de cabeza. Publicó a un periódico estadounidense dos palabras clave: Berlín y clock (reloj en inglés). Sanborn reconoció que cuando trabajaba en la escultura ocurrió la caída del muro berlinés, devenir histórico que pudo haber tenido como resultado un guiño a la capital alemana en el enigma. Pero no aportó nada más. Mientras, los agentes más preparados de EE. UU. tras casi cinco lustros no pueden con Kryptos, a pesar de tropezarse con él todos los días.