La Voz de Galicia

El marco laboral pone a Albada en el disparadero

Firmas

Xosé V. Gago A Coruña / La voz
Piquetes en la huelga de Albada del verano del 2011.

La compañía insta al comité a negociar un nuevo convenio mientras los sindicatos presentan un aluvión de denuncias

01 Mar 2013. Actualizado a las 07:00 h.

El comité de empresa y la dirección de Albada, la compañía que gestiona los residuos en la planta de Nostián, se reúnen hoy por primera vez para negociar el nuevo convenio colectivo. El encuentro se produce a instancias de la empresa, no del comité, algo insólito si se tiene en cuenta que el convenio actual está prorrogado y que en general en todas las empresas son los trabajadores los que piden iniciar conversaciones. Estas son las claves de una negociación que se prevé larga y conflictiva.

El «vertido» de lixiviados

Archivado por la Xunta. El asunto que va a condicionar la negociación es un presunto vertido directo al mar de lixiviados, líquido contaminante procedente de la degradación de la materia orgánica, ocurrido el 18 de enero. Los sindicatos lo han denunciado múltiples veces. Vilariño cree que hay que reevaluar los riesgos para los trabajadores y ha ido a la inspección de trabajo. La empresa considera el asunto parte del guion que se repite en todas las negociaciones. Niega además que el vertido ocurriese y su versión cuenta con el apoyo de los técnicos de la Xunta, que corroboraron que los líquidos no llegaron al mar.

Elecciones sindicales

Un paréntesis clave. Las próximas elecciones sindicales serán en mayo y pueden tener gran influencia en la negociación, y viceversa. Parece complicado que los trabajadores sustituyan a la actual representación si la negociación está en pleno desarrollo, lo que podría traducirse en que sea muy complicado llegar a un acuerdo antes de esa fecha.

Conflictividad

Malos precedentes. Las anteriores negociaciones fueron muy conflictivas. La última terminó con el arbitraje de un intermediador, tras cinco días de huelga, la supuesta «retención» del gerente por trabajadores y múltiples denuncias de sabotaje que, según afirmó entonces la empresa, provocaron pérdidas «millonarias» a la compañía.

La masa laboral

Más de 110 trabajadores. Cuando se firmó el anterior convenio Albada rechazó las subidas salariales que pedía el comité, pero «consolidó» puestos de trabajo mientras que en otras firmas se reducía plantilla. Desde entonces la empresa siempre ha contado con al menos 110 trabajadores, con picos de hasta 130. Vilariño asegura que en dos años la plantilla se redujo desde esa cantidad a 111, «por despidos» y jubilaciones no sustituidas. Asegura que la plantilla actual apenas es suficiente, aunque en la planta de Nostián se han automatizado procesos.

La posibilidad de acuerdo

Un horizonte lejano. Mientras que la empresa considera fundamental contar con un marco laboral actualizado, el presidente del comité, Xosé Manuel Vilariño, condicionó cualquier posible acuerdo a que se «aclare o tema dos lixiviados». Por el momento la representación de los trabajadores no ha planteado qué espera del convenio. No es descartable que la negociación, y el conflicto, se alarguen hasta pasado el verano.


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