La Voz de Galicia

El cine Adriano, una joya que no se da por perdida

Fene

Álvaro Alonso Fene CINE ADRIANO DE FENE

La asociación Patio de Butacas trata de dar luz al edificio histórico de Fene, que sigue a la venta por 150.000 euros

08 Jun 2018. Actualizado a las 05:00 h.

«Vivir aquí día a día, uno piensa que es el centro del mundo. Uno cree que nada cambiará. Luego al salir: un año, dos años. Cuando vuelves, todo ha cambiado. El hilo está roto». Esta sentencia de Alfredo, uno de los protagonistas de Cinema Paradiso, bien podría servir para definir los sentimientos que hay encerrados en el cine Adriano.

A un costado de la carretera entre Fene y Mugardos, a su paso por Barallobre, permanece en pie una joya que, sí, es de otro tiempo, pero hay quién se esfuerza en no darla por perdida. «Este un sitio muy especial. En su época, mientras estuvo abierto, tuvo una importancia enorme como lugar en el que conocerse, relacionarse y enamorarse», cuenta Marta Barro, presidenta de la asociación cultural Patio de Butacas, el colectivo que más está trabajando por dar luz a este espacio.

JOSE PARDO

El cine se estrenó en 1947 con la proyección de la película El enemigo público número uno. La idea fue del indiano Antonio Fernández -cuyo padre se llamaba Adriano-, que financió la obra después de hacer las Américas en Cuba, con el diseño del conocido arquitecto Vicente García-Lastra. «Funcionó como uno de los lugares más importantes de la comarca hasta que cerró en 1972», expresa Mario Nodar, marido de Marta y secretario de la asociación, que destaca que hubiera otros siete cines solo en Fene, «lo que habla de la relevancia que tenían estos sitios en aquella época». «Y ahora, en pleno siglo XXI, la gente no tiene mucha idea de lo que era un espacio social de estas características», apostilla. Por eso desean con tanta ansia conservar la historia.

El Adriano dispone de más de 1.300 metros cuadrados, en los que llegó a haber hasta 389 localidades, repartidas entre el patio de butacas y las tres plateas. La estructura es de «teatrillo italiano», destaca Marta, y es «único en el entorno». De hecho, está protegido por el PXOM de Fene. Y, hay que apuntar, sigue en venta por 150.000 euros.

JOSE PARDO

Acústica «maravillosa»

La pareja recibe a La Voz en el patio, donde «con solo hablar te das cuenta de la maravillosa acústica que tiene», subraya la presidenta. El escenario mantiene su vistosidad y la estructura, aunque mermada con el paso del tiempo, está bien conservada. Allí, varias sillas están situadas alrededor de una mesa, tal y como quedaron de la última actividad, el pasado 24 de mayo. Se trató de una sesión de contos de lareira, en la que alrededor de dieciocho personas escucharon las narraciones sobre naufragios del historiador Fernando Patricio. Es un ejemplo más de aprovechamiento, que se suma a las grabaciones de películas o discos, aunque las iniciativas siguen siendo escasas. «Lo que no tenemos son personas que decidan utilizar el espacio. Deseamos que lo tome la ciudadanía», lanza Mario.

JOSE PARDO

En el piso superior se conserva uno de los cinematógrafos y la carcasa de una película. Además, el edificio cuenta con la característica especial de tener dos viviendas particulares anexas, que estuvieron ocupadas durante la vida útil del cine. Una de las que vivió fue Lola Fernández, sobrina-nieta del fundador y ahora miembro de la asociación. «Naqueles tempos o cine foi bastante popular. Non viña só xente de Fene, senón de moitos sitios dos arredores», cuenta. Asimismo, también tenía ambigú, una carpintería en el sótano y un local comercial, que en la última etapa fue una zapatería. Este verano, ese lugar, quieren convertirlo en un taller de bricolaje. Ganas, está claro, no faltan, y el sueño de revivir el Adriano sigue intacto.

JOSE PARDO

El colectivo confía en llegar a un punto común con el nuevo gobierno

Las relaciones entre la asociación cultural Patio de Butacas y el Concello no han llegado, por ahora, a ser fluidas. De hecho, Marta y Mario aseguran que desde que existen «nadie se acercó al cine a interesarse por su estado». Por eso, ahora que Fene cuenta con un nuevo gobierno local, liderado por Gumersindo Galego, volverán a solicitar una audiencia para trasladar sus necesidades.

«Queremos que pueda haber un diálogo, que hasta ahora no ha habido, para exponer nuestros puntos de vista y llegar a un entendimiento. En los últimos años hemos estado tirando cada uno de un lado de la cuerda, así que a ver si, por fin, conseguimos entre todos sacar esto adelante», dice Marta. Por su parte, Mario añade que desean «menos trabas burocráticas» cada vez que publicitan una actividad, de manera que sea «más fácil» llevar a cabo una iniciativa. «No puede ser que un edificio protegido esté tan abandonado», concluye la pareja.


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