Las personas que usan silla de ruedas o andadores no entran en el nuevo centro cívico de Canido

Hasta hace unos cuantos meses el centro cívico de Canido apenas tenía uso a pesar de que se trata de una obra, ubicada en la calle Pérez Parallé, que supuso una inversión de 930.000 y se remató en abril del 2015. Tardó casi un año en albergar la primera actividad y hasta la semana pasada no se inauguró el comedor para las personas mayores. Sin embargo, aunque este inmueble se presentó como una arquitectura de vanguardia (cuenta con 1.160 metros cuadrados de superficie) para actividades de todo tipo el acceso no es apto para todas las personas y mucho menos para las que no tienen movilidad.

«La puerta de la entrada no tiene la anchura suficiente para que entre una silla de ruedas o un andador», cuenta uno de los vecinos que tuvo que quedarse en la puerta, porque la persona que acompañaba no era capaz de acceder al centro cívico. Los responsables de este espacio explicaron cuando lo dieron a conocer que se convertiría en un centro polivalente, aunque diseñado especialmente para acoger usos sociales. «Nos dijeron que el portalón se puede abrir, pero es casi imposible, porque está unido al resto de la estructura», denuncia otro de los residentes de la zona. Incluso miembros de la asociación sociocultural ASCM intentaron entrar y sufrieron los mismos problemas con la silla de ruedas (en la imagen de la derecha).

Escrito

La asociación vecinal de Canido asegura que hace meses que tratan de remediarlo: «Nós fixemos un escrito sobre o asunto do portalón -precisa el presidente, Roberto Taboada- despois de avisar en xullo e intentalo subsanar nós mesmos».