La Voz de Galicia

Sí, tengo miedo

Ferrol

Nona Inés Vilariño

22 Aug 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Tengo miedo y lo confieso. El miedo es inevitable en circunstancias que a diario nos presenta la vida. Pero, frente a esa sensación de indefensión y de peligro físico o psicológico, las personas somos capaces de adoptar actitudes que nos ennoblecen: la valentía que no es otra cosa que la superación del miedo (quien no tiene miedo ante atrocidades o peligros imposibles de controlar, puede parecerse más a un inconsciente que a un valiente). Y es en ese proceso de superación donde se forjan los héroes -anónimos o célebres-. Otra actitud es la imperiosa necesidad de prestar ayuda o auxilio a quien lo necesita, sea cual sea el riesgo que se asume. Por eso no hay que tener miedo. Hay que aprender a superarlo.

Y en esa estamos. Las posibilidades de ser víctima de un atentado terrorista son mínimas. Por debajo de las de tener cualquier accidente en los distintos ámbitos en los que se desarrolla nuestra vida. Y en segundo lugar, porque vivimos en un país que es eficaz en la lucha antiterrorista.

Pero mi miedo es otro. A los imanes radicales que envenenan a muchos jóvenes amparados por los muros del silencio cómplice; a la tibieza de algunos líderes políticos a la hora de sumarse al proyecto común de luchar unidos contra el terrorismo y la intolerancia; a la injustificable actitud de considerar la religión, en general, como un peligro público; a la exigencia al Estado de cambios legislativos drásticos desde el comprensible dolor tras las masacres; a los fariseos que, mientras nos inyectan odio y resentimiento en vena enmascarados en el discurso político, juegan a ser pacifistas de carné…


Comentar