La Voz de Galicia

Zapatero quiere limitar los cambios en el Gobierno al relevo de Corbacho

España

Ramón Gorriarán MAdrid/colpisa.

El otro movimiento que tiene previsto es el de la ministra de Sanidad en caso de que gane las primarias en Madrid

04 Sep 2010. Actualizado a las 02:24 h.

José Luis Rodríguez Zapatero no se plantea aprovechar la salida del ministro de Trabajo para hacer una crisis de Gobierno. El mensaje lo repiten como un mantra en público y en privado cuantos colaboradores del jefe del Ejecutivo son consultados. El presidente solo se plantea el relevo de Celestino Corbacho y, en todo caso, el de la ministra de Sanidad si gana las primarias del Partido Socialista de Madrid y opta a la presidencia de la comunidad. El parecer de un miembro del Gobierno es que «no es el momento, en plena negociación presupuestaria y de otras reformas, como la de las pensiones, de acometer una crisis».

La vicepresidenta primera sintetizó la doctrina oficial: «La consecuencia [de la salida de Corbacho] será, en su momento, que el presidente proceda al relevo del ministro. Nada más». «No estamos en eso, no hay crisis de Gobierno», comentó rotunda tras el Consejo de Ministros.

Malestar

Lo que Fernández de la Vega apenas pudo disimular era el malestar que ha originado en la Moncloa la filtración de que el ministro de Trabajo deja el cargo para ser candidato a diputado socialista en las elecciones catalanas de noviembre.

Aunque era un secreto a voces entre los socialistas desde hace meses que Corbacho no iba a seguir en el Ejecutivo porque su destino político estaba en las listas del PSC, en círculos gubernamentales ha molestado el día escogido para hacerlo público, porque ha reabierto el recurrente debate sobre una crisis ministerial por las malas expectativas electorales del PSOE. Ya el 21 de junio pasado, Zapatero tuvo que salir al paso de los fuerte rumores de una crisis de Gobierno y advirtió que no figuraba en sus planes una remodelación y que, en todo caso, estaría acotada a algún caso particular. Ya pensaba en Celestino Corbacho.

En qué momento se va a producir el relevo del titular de Trabajo es objeto de todo tipo de cábalas, pero la impresión más extendida es que Zapatero esperará hasta que se celebren las primarias de Madrid, el 3 de octubre, y si Trinidad Jiménez gana y se convierte en la candidata socialista contra Esperanza Aguirre podría hacer los dos cambios de una tacada. Aunque también hay dirigentes socialistas que sostienen que el recambio de Corbacho se hará en solitario; y el de Jiménez, en la hipótesis de que derrote a Tomás Gómez, se haga más adelante, a principios del 2011 dentro de una remodelación, entonces sí, más amplia.

Pasar el trago

Lo que no parece probable es que el ministro deje la cartera antes de la huelga general que han convocado los sindicatos para el 29 de septiembre. Sería, según un diputado del PSOE, «un regalo envenenado» para su sustituto, y él además está decidido a pasar por ese trago. «Estoy a las duras y a las maduras, y mi intención es afrontar la huelga desde el ministerio y nada me dice que no vaya a ser así», declaró Corbacho antes de que hiciera pública su decisión de regresar a Cataluña con la conformidad de Zapatero y del presidente de la Generalitat, José Montilla.

El baile de nombres, como es usual en estos casos, ya ha comenzado entre las filas socialistas. Uno de los que más suena es el de Manuel Chaves, que uniría a sus responsabilidades como vicepresidente tercero la cartera laboral.


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