La Voz de Galicia

Los familiares, hartos de esperar

España

Vanessa Monteiro

Crece el enfado entre los allegados de las víctimas por la tardanza en identificar los 35 cadáveres de sus seres queridos que continúan en el cementerio de la Almudena

28 Aug 2008. Actualizado a las 02:00 h.

«¿Queréis una exclusiva? Estoy harto», comentó uno de los familiares a los periodistas a las puertas del Hotel Auditorium. Indignados con la «excesiva demora» en la identificación de los cadáveres, los allegados de las víctimas del accidente aéreo que costó la vida a 154 personas empiezan a perder los nervios y las fuerzas. «Ya están muy cansados», explicó una de las psicólogas del equipo de apoyo ubicado en el hotel.

Eran ya 119 las víctimas mortales reconocidas hasta la tarde de ayer. Pero en el Auditorium todavía permanecen los familiares de las 35 personas que quedan sin identificar. Desde que empezaron a llegar a Madrid, se ha pasado de unas 3.000 personas relacionadas con la tragedia hospedadas allí a las cerca de 100 que todavía permanecen a la espera de recoger los cadáveres de sus seres queridos. Muchos llevan ya una semana viviendo este calvario.

En el día de ayer, catorce cuerpos fueron trasladados a sus lugares de origen, a la espera de recibir sepultura. De los 112 cadáveres trasladados en total, 50 lo fueron en aviones de Spanair y de otras compañías, y los demás por carretera.

El mal estado de los cuerpos restantes dificulta las labores de los equipos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Instituto Nacional de Toxicología. Las identificaciones que se estaban realizando con el contraste de huellas dactilares y muestras de ADN pasaron, a partir del día de ayer, a realizarse a través del estudio de las piezas dentales de los fallecidos.

En la última reunión celebrada con los familiares se informó de que las identificaciones más complicadas serían las de un niño adoptado, del que se desconoce la familia biológica y por lo tanto no hay muestra de referencia, y las de las víctimas extranjeras. Según fuentes policiales es probable que haya, además, dos menores de origen guatemalteco adoptadas, de las que tampoco se cuenta con material genético para contrastar.

Colaboración

El juez de instrucción número 11 de Madrid, Javier Pérez, también está colaborando para facilitar la entrega de los cadáveres y pasa la mayor parte del tiempo en el cementerio de la Almudena para formalizar, de manera rápida, los trámites legales.

La reunión que debía celebrarse ayer a las 18 horas en el salón Bristol del hotel madrileño fue cancelada por Spanair, que en su lugar repartió folletos informativos de las gestiones y se puso a disposición de los afectados para contestar a todo tipo de dudas. Además, la empresa habilitó una oficina de información para resolver problemas burocráticas referentes al adelanto de 25.000 euros en concepto de indemnización que recibirán las víctimas.

Los afectados se quejaban en el hotel de que algunos de los teléfonos que la empresa puso a su disposición no funcionaban. Spanair dio el dato de 302 llamadas atendidas, en total, desde el accidente. Ayer, se recibieron 104 llamadas en las que se solicitaban todo tipo de información.

La Asociación Española de Psicología de la Aviación (AEPA) advirtió que los supervivientes y los familiares se pueden enfrentar a un «largo proceso» para volver a la normalidad, aunque la forma y el tiempo de superación dependerá de la capacidad individual de cada persona. Lo atestigua el triste comentario de uno de los familiares en el hotel: «Hay momentos en los que piensas que ya no te quedan fuerzas, pero al final sigues adelante». Según explicó el vicepresidente de la AEPA, Salvador Tomás, es fundamental que cuenten con apoyo psicosocial en los primeros momentos y que pidan ayuda profesional, si pasado el tiempo continúan tristes o negando la realidad. Refiriéndose a los pilotos y tripulantes de cabina relacionados con los fallecidos, señaló también que se trata de un impacto para el que no están preparados.


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