La Voz de Galicia

El acuerdo estatutario en Andalucía provoca roces en el seno del PP

España

Magis Iglesias madrid

25 Oct 2006. Actualizado a las 07:00 h.

El acuerdo con el PSOE para aprobar el Estatuto de Andalucía, con la admisión del término «realidad nacional» en su preámbulo, ha suscitado el desacuerdo entre los dirigentes populares. Los defensores del consenso con los socialistas para los estatutos celebran el pacto y lo consideran una referencia para futuros proyectos. Por el contrario, algunos dirigentes piensan que rompe el discurso que ha sostenido la dirección en contra de las reformas estatutarias desde que se aprobó el texto catalán y que el propio Rajoy defendió con vehemencia en el debate de la propuesta andaluza en el Congreso, el pasado 23 de mayo. «¿Qué es eso de la realidad nacional, a qué viene este prurito nacionalista repentino, qué nuevo juego de palabras se traen entre manos, quién se manifestó pidiendo esto en Andalucía?», preguntó exigente el líder de la oposición al presidente del Gobierno en la sesión parlamentaria en la que Rajoy calificó de «abracadabra» el término que ahora ha aceptado. Pero es que el presidente del PP fue más lejos y declaró que «realidad nacional es sinónimo de nación». Apoyo de Javier Arenas Los dirigentes en desacuerdo con el acuerdo creen que fue Javier Arenas quien convenció a Rajoy de la irrelevancia de la redacción pactada, con el argumento de que se trata de una mera referencia histórica aunque figure en el preámbulo la «realidad nacional» tan denostada por el líder de la oposición. Asimismo, atribuyen a los ponentes del estatuto, Soraya Sáez de Santamaría y Federico Trillo, buena parte de la autoría del texto final. Fuentes de la dirección nacional y del PP andaluz aseguran que fue el propio Rajoy quien dirigió la negociación. En contra del discurso oficial se manifestaron apenas un puñado de dirigentes en conversaciones privadas con Rajoy. El primero en destapar la caja de Pandora fue el ex ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada. Posada pidió una reflexión a su partido sobre el difícil trago que supondría acudir a un referéndum autonómico en Andalucía para pedir el no.


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