IU advierte de que la economía está al borde de la deflación, mientras el PP alerta de un aumento del paro
Economía
31 Jul 2009. Actualizado a las 02:00 h.
A pesar de que los analistas prevén que la tasa de inflación de julio puede suponer el «mínimo del año» y que los precios pueden empezar a repuntar a partir de agosto, los partidos políticos de la oposición se muestran mucho más pesimistas. Así, y mientras el ministro de Industria, Miguel Sebastián, indicaba tras hacerse públicos los datos que «a partir de ahora habrá una cierta recuperación de la inflación, que será menos negativa en los próximos meses», el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, calificaba de «preocupante» la caída, al tiempo que aseguraba que la cifra «responde a un descenso del consumo y a la falta de actividad de la economía» y auguraba «un aumento del paro».
Subida de impuestos
Montoro lamentó que el Gobierno quiera «salir de esta situación de crisis» impulsando un incremento de los impuestos indirectos, como la efectuada sobre el tabaco y los carburantes, y criticó que el Ejecutivo «amenace con nuevas subidas».
Por su parte, el secretario de Economía y Trabajo de Izquierda Unida, José Antonio García Rubio, advirtió de que el descenso de ayer «sitúa a la economía española al borde de la deflación». García explicó en un comunicado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce la deflación cuando los precios bajan seis meses consecutivos, «lo que podría ocurrir en nuestro país con toda probabilidad» en agosto.
Caída de la demanda
El responsable económico de IU culpó de la «deflación» a la «contracción de la demanda» y aseguró que las «medidas parciales» que lleva aplicado el Ejecutivo desde hace ya algún tiempo «no resultan eficaces». Además, afirmó que «el diagnóstico que hace el Gobierno de este indicador resulta equivocado».
En una línea muy similar se pronunció el portavoz de Economía de CiU, Josep Sánchez Llibre, para quien la evolución de los precios acabará llevando a la economía española a una «anorexia financiera» que podría agravarse con la «inminente deflación».