Aitana Bonmatí preserva la hegemonía española con un The Best muy simbólico
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La centrocampista azulgrana, en pleno proceso de recuperación de una fractura de peroné, suma su tercer galardón consecutivo y lo une al Balón de Oro
16 Dec 2025. Actualizado a las 20:49 h.
No hay rival para Aitana Bonmatí en la lucha por los galardones individuales más prestigiosos del fútbol femenino. Por tercer año consecutivo, la centrocampista azulgrana conquistó el premio The Best, con el que la FIFA reconoce a la mejor jugadora del mundo, un hito que une de nuevo al Balón de Oro tras superar a su compañera en el Barça y la selección Alexia Putellas, doble ganadora del premio, y a la también española Mariona Caldentey, campeona de la Champions con el Arsenal.
Este nuevo galardón individual preserva una hegemonía que ya se prolonga en el tiempo a lo largo de todo un lustro, pues al trío de Balones de Oro y The Best de Aitana se suman los dos dobletes previos de Alexia, a la que sucedió como incuestionable reina del fútbol. El premio reconoce además a una jugadora que atraviesa por un momento delicado, después de sufrir una fractura de peroné que la mantendrá inactiva durante alrededor de cinco meses.
La mejor futbolista del mundo en los últimos tres años fue premiada en una gala celebrada en el lujoso espacio para eventos Katara Hall de Doha, en Catar, y presentada por el exfutbolista italiano Alessandro del Piero y la actriz y modelo suiza Melanie Winiger. Sin embargo, la gran protagonista recibió el trofeo en el Camp Nou, desde donde agradeció el reconocimiento de forma breve, todavía obligada a utilizar muletas después de su pasar por el quirófano hace solo unas semanas.
«Gracias a todos los que han votado, entrenadores, jugadores y fans. Es un honor recibir este premio de nuevo», dijo la centrocampista de Sant Pere de Ribes (Barcelona), que firmó la temporada pasada 16 goles y 12 asistencias con la camiseta del Barça y conquistó el triplete nacional con la Liga F, la Copa de la Reina y la Supercopa de España. En la Champions, su equipo cayó en la final de Lisboa frente al Arsenal, pero fue nombrada mejor jugadora del torneo.
Asimismo, con la selección fue muy importante en la Eurocopa del pasado verano pese a sufrir una meningitis vírica justo antes del inicio de la competición, cuyo título se escapó en una aciaga tanda de penaltis que resolvió la final frente a Inglaterra. Ya este curso, se quitó el mal sabor de boca de aquel amargo desenlace con el título de la Liga de Naciones, el segundo consecutivo para La Roja.
Ese desempeño español, y en concreto del Barça, se reflejó en un once ideal que por supuesto incluye a la mejor jugadora del mundo, pero también a Ona Batlle, Irene Paredes, Patri Guijarro, Alexia Putellas, Mariona Caldentey y Claudia Pina.
Esta campaña, el Barça de Aitana, que sumaba seis goles y tres asistencias hasta su lesión, camina con paso firme en la Liga F, líder con siete puntos de ventaja sobre el Real Madrid después de trece victorias y una sola derrota, y también en la Champions, donde comanda la tabla de la fase liga junto al Olympique de Lyon, con cuatro triunfos y un empate.
Sus registros y sobre todo su fútbol, exquisito técnicamente, siguen alimentando un dominio sin parangón, que ya ha convertido a aquella niña que compitió contra chicos hasta que llegó a la estructura de base del Barça en una leyenda. Hoy es el referente que merece el crecimiento del fútbol femenino, no solo por sus habilidades sobre el terreno de juego, sino también por su capacidad para reivindicar la igualdad más allá del césped.
Dembélé también repite
En categoría masculina, Ousmane Dembélé también reeditó el reconocimiento del Balón de Oro, gracias a una temporada 2024-25 de ensueño para el París Saint-Germain, con triplete de títulos en Francia y especialmente la ansiada Liga de Campeones que el faraónico proyecto catarí en el Parque de los Príncipes perseguía desde hace más de una década.
El atacante francés, que se impuso a Lamine Yamal y a su compatriota Kylian Mbappé, fue la punta de lanza del equipo dirigido por Luis Enrique desde el banquillo, que se coronó al fin en el Viejo Continente, un hito que lógicamente copa todos los premios en un año sin un gran torneo de selecciones. El entrenador asturiano también fue reconocido con el galardón al mejor técnico del año y redondeó una presencia española aderezada por la inclusión de Pedri y Lamine Yamal en el mejor once del año.