El viaje al centro de Cristiano
Deportes
El crac del Madrid ha ido evolucionando su juego para ser «el mejor nueve»
17 Sep 2015. Actualizado a las 09:13 h.
Ocho goles en tres días, como respuesta a quienes hablaban de sequía. Cristiano Ronaldo se ha convertido en el protagonista indiscutible de la semana, y lo demuestra dejando claro que ha evolucionado como jugador. Ya no es aquel chico larguirucho que destacaba por jugar pegado a la banda y hacía continuas bicicletas que levantaban al público de sus asientos. Ahora, con la treintena ya superada, busca y vive del área. Ha adaptado su juego, apoyado en su privilegiado físico, para ser un depredador que vive de su instinto. «Es difícil que mejore porque ya es muy, muy bueno», explica Benítez, quien desde su llegada ha insistido en que quiere que el portugués sea su nueve.
¿Ha evolucionado su forma de enfocar el juego?
Con el paso de los años, el astro portugués ha ido centrando su posición. Se ha ido acercando al gol. «Se ha hecho más importante cerca del área porque saca rendimiento a todo lo que le llega cerca de ella. Sobresale más por lo que hace en ella y ya no es tan importante fuera», explica Javier Irureta. Ha pasado de ser un jugador específico de banda, el sucesor de compatriotas como Quaresma o Simao; a ser un depredador del área. «Tiene buen golpeo con la pierna derecha, con la pierna izquierda, con la cabeza, dispone de velocidad en los últimos metros... En definitiva muchos valores que le van a ayudar para hacer gol», añade el técnico vasco.
¿Ha cambiado su físico para adaptarse al nuevo rol?
Cristiano Ronaldo fue elegido hace unos meses por la prestigiosa revista Sports Illustrated como uno de los deportistas más completos del mundo, solo superado por LeBron James y por delante de Usain Bolt. «No mantengo mi cuerpo así para las fotos ni para ser más guapo. Es mi trabajo, porque un futbolista siempre debe cuidarse y estar en forma», explicó Cristiano Ronaldo a la revista Men?s Health. Es de dominio público su obsesión por la controlar la alimentación y por el trabajo físico suplementario para potenciar sus virtudes.
Según diversos estudios, gracias a su trabajo en los últimos años, es capaz de realizar disparos a 110 kilómetros por hora, tener un porcentaje de grasa corporal de un 7 % (cuando un futbolista ronda el 10) y tiene las habilidades de tres atletas de diferentes modalidades: velocista, saltador y mediofondista. «Ya no es aquel chico delgadito que hacía bicicletas en el Sporting de Lisboa», explica Irureta.
¿Qué dicen los números?
El crac de Madeira ya es considerado por muchos como el mejor finalizador de la historia. «Él era un jugador hábil, regateador, pero con un físico todavía por hacer. Sus hechuras y genes eran de ser un hombre fuerte y al final ha conseguido alcanzar un gran nivel gracias a su trabajo, variando también su rol dentro del juego. Pero Cristiano no es solo un goleador. Es mucho más completo que eso. Lo que pasa es que se ha especializado en hacer goles, que al fin y al cabo es lo que se paga y es lo que acaba dando títulos. Cada año se reinventa», argumenta Paco Buyo.
Los números hablan por sí solos. En sus primeros cuatro años en Manchester solo marcó 35 goles, sumando todas las competiciones oficiales. Desde que fichó por el Madrid, con 24 años, no ha bajado de 53 por curso. La pasada campaña, cumpliendo la treintena y jugando cada vez más centrado, batió su récord personal con 61. Según estudios, el 64 por ciento de ellos los hizo jugando como nueve puro; cuando solo un año antes este porcentaje se reducía al 33 por ciento. «Cada vez tiene menor protagonismo en el juego. Ahora mismo no veo jugadas diseñadas en el vestuario en donde él puede ser incluido. Aunque el fútbol es un juego colectivo, destaca más por su individualidad», explica Radomir Antic.
¿Su controvertido carácter le ayuda o le perjudica en esta evolución?
Cristiano nunca deja indiferente a nadie. «Con su personalidad consigue grandes cosas porque su ambición le ayuda a adaptarse a su nuevo papel de goleador. Quiere superarse cada año. Sin embargo ese ego abre discusiones porque con su selección todavía no ha conseguido nada importante», matiza Antic.
Amancio Amaro, por su parte, destaca su inteligencia para evolucionar. «Sin lugar a dudas, en las cualidades de un jugador ayuda su forma de ser, que es la de un ganador nato. Con los años se va perdiendo velocidad pero él ha ganado experiencia a la hora de saber desmarcarse y aprender a aparecer en el momento adecuado para marcar», resalta.