Folgada, los Gasol del remo arousano
Deportes
Daniel emuló el pasado domingo a su admirado hermano Martín al encadenar con el CR Mecos los títulos de tetracampeón gallego y de España de batel y de trainerilla. Nietos del autor del nombre del club azulón, y primos de Truco, su proeza arranca en el 2008 de la mano del mayor
05 Jun 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Daniel Folgada Álvarez (18 de junio de 1997) y su hermano mayor Martín (29 de abril de 1991) han hecho historia en el mundo del remo. Al menos, del remo de O Grove. Su proeza, conquistada a base de más y más palos al agua, se escribe en ocho actos, y como muchas historias épicas narradas en la gran pantalla, en dos tiempos que sitúan la acción de partida en el 2008 para dar un salto al presente. Y es que cuando Daniel Folgada Álvarez cruzaba junto a sus seis compañeros del C.R. Mecos el primero la línea de meta del Campeonato de España de Trainerillas el pasado domingo en Moaña cerraba un círculo virtuoso. El de ser junto a Martín el primer caso de dos hermanos arousanos capaces de firmar, cada uno por su lado, los cuatro grandes títulos a los que puede aspirar un remero juvenil dedicado al banco fijo: los de campeones de Galicia y de España de bateles y de trainerillas. Cuatro oros que los mayores del lugar solo recuerdan en la banda sur de la ría de Arousa a las mencionadas bancadas del club azulón, y a las del vecino Amegrove en los años 1999 y 2004.
Hasta tal extremo es único el caso, que los Folgada Álvarez han firmado sus respectivos éxitos cumpliendo la misma función. La de marcas de sus tripulaciones. Un papel central en cualquier barco, por tratarse del hombre encargado de trasladar a la remada real del equipo las órdenes fijadas por el patrón. Figura esta última compartida en los éxitos de Martín y Daniel, con Félix Duarte al pie de la popa.
«Fóra un ano bo, no que nos saíra todo. Pero tamén levabamos moito traballo detrás». Así empezaba ayer el repaso de aquel glorioso 2008 el mayor de los Folgada Álvarez, ahijado y primo de Truco (ex remero de Mecos, Amegrove y Castro, con el que se proclamó campeón de la ACT y la Bandera de la Concha, y el entrenador que hizo posible los tres títulos consecutivos de la Liga Galega de Traíñas de la bancada mejillonera). Antonio Álvarez, abuelo de Martín y Daniel, había sido además uno de los promotores y el autor intelectual, recuerda el hermano pequeño, del nombre del Club de Remo Mecos.
Volviendo a los recuerdos, Martín explica que la clave de su éxito fue «facerlle caso ao adestrador, pero cegamente. Logo, un bo equipo. O demais vai rodado». En la misma línea se expresa el recién coronado, Daniel, que habla de «esfuerzo, sacrificio, traballo; e ter bos compañeiros».
Yendo al desempate, Daniel ha hecho pleno, al ganar también este año los dos campeonatos territoriales, cuando su hermano solo ganó el de bateles, siendo subcampeón en el de trainerillas. «Pero el ten un título de España -en infantiles- e un subcampionato -cadete- máis», se apresta a apostillar el más joven sin ápice de competitividad, ni mucho menos envidia. Y es que lejos de ambos sentimientos, lo que siente Daniel por Martín es admiración.
Lágrimas de felicidad
«Foi a miña figura no remo. Martín marcoume. Cando eu era pequeno e el gañou os seus campionatos eu ía velo, e emocionábame. Recordo de velo chegar á meta primeiro nos campionatos de España e chorar. Eu era pequeno, pero xa pensaba en darlle ao remo, chegar ao club e seguir o seu camiño». Por ello a Daniel «me deu pena que o deixara, porque eu tiña en mente remar con el».
Martín se retiró el pasado verano. Al menos temporalmente. Lo hizo tras acumular en pocos años un excelente currículo como remero sénior. Tras un par de temporadas en la trainera del Mecos su padrino, Truco, lo convenció para que se pasara al vecino y rival Amegrove. conmocionando a buena parte de su familia. Allí ganó la segunda de las tres ligas gallegas de la era Truco. Después fichó por Castro, con el que logró el campeonato cántabro de trainerillas y el subcampeonato de traineras, ejerciendo de marca titular durante todo el año en su temporada de debut en la ACT. Los problemas económicos de Castro lo devolvieron a Amegrove en el 2013. Y este año «tomeino sabático. Deixeino por traballo. No remo somos case deportistas de elite, e traballar e remar non combinan ben», afirma Martín. No sabe si volverá. Que Daniel siga soñando con competir en el mismo barco con él quizás lo haga posible.