«El primer objetivo que me marco es alcanzar la final»

Está en uno de sus mejores momentos de su vida deportiva y probablemente esta sea para Teresa Portela (Aldán, Cangas, 1982) una de sus últimas opciones de lograr una medalla en los Juegos Olímpicos, donde acumula cuatro participaciones. La rebaja de la distancia de la modalidad esprint a 200 metros impulsa sus opciones de acariciar el metal, por eso, ha estado mimando hasta el último detalle de su preparación en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) de Pontevedra. Bajo la batuta de Daniel Brage espera conseguir el único desafío que, por el momento, se le resiste.

-¿La medalla en los Juegos es el sueño que le falta por alcanzar?

-Con esta, ya habré competido en cuatro ocasiones en una Olimpiada y siempre se me ha escapado. Si lograse la medalla, sería indudablemente mi sueño hecho realidad. Llevo este reto entre ceja y ceja, pero sé el grado de dificultad que encierra y el primer objetivo que me marco es entrar en la final. Será complicadísimo.

-¿La experiencia es un grado en este tipo de citas?

-Por un lado, es cierto que ya sabes más o menos cómo va a ser el ambiente y por eso es más difícil que te distraigas, que te descentres a la hora de competir. Pero, por el otro, cada lugar es un mundo. Todo es distinto y hay que pasar por ese período de adaptación necesario para rendir de la mejor forma posible. Nunca sabes lo que te vas a encontrar.

-¿Cómo es la pista en la que remará en Londres?

-El viento suele soplar a favor o lateral. De todos modos, yo no me fío de las condiciones predominantes, porque, a lo mejor, el día de la prueba cambia radicalmente y te llevas una mala sorpresa. Por eso, lo ideal es prepararte para cualquier circunstancia meteorológica.

-¿Cuáles son sus condiciones preferidas?

-Principalmente me gusta que el viento sople a favor, porque eso hace que la regata vaya más rápida y ahí tengo más opciones de acabar entre las primeras.

-¿Le favorece el hecho de que la distancia de esprint se haya reducido a 200 metros?

-Me gusta más que cualquier otra y ha sido un aliciente para entrenar todos los días con más ganas. Pienso que se adapta mejor a mi explosividad en el kayak.

-¿Cómo ve la crisis que vive el piragüismo gallego?

-Pienso que todos hemos tenido algo de culpa en esto. No hemos cuidado a la cantera. Nos centramos en una generación repleta de éxito. Eso estaba bien, pero deberíamos haber ayudado más a los nuevos talentos.