La Voz de Galicia

El Compos se encomienda a Maric para atar la categoría

Deportes

M. G. R. SANTIAGO

El relevo de Ballesta llega un año después del de David Vidal Febrero no es un buen mes para el Compostela. Han pasado 365 días desde que el Compostela perdiese en casa frente al Osasuna. En el descanso del partido, David Vidal estaba cesado. Ayer, otra vez 20 de febrero, Carlos Ballesta ya no dirigió a la primera plantilla. Es el turno de Zoran Maric, que se hace cargo del equipo hasta final de temporada y que tendrá como ayudante a Suso Moure. Dos ex-futbolistas que vivieron la época dorada son los elegidos ahora para frenar la caída. Pichi Lucas ocupará la vacante de Maric en el filial.

20 Feb 2001. Actualizado a las 06:00 h.

Ballesta salvó un match ball con la victoria ante el Levante en el último partido del año. Volvió a tambalearse tras la dura derrota ante el Racing de Ferrol. De hecho, estuvo virtualmente cesado. El presidente dio marcha atrás. Tras el partido ante el Atlético, volvió a significar que no habría relevo. Pero el lunes los acontecimientos dieron un giro de 180 grados. Caneda habló con Ballesta y, según reconoció, no se atrevió a comunicarle la destitución. El mandatario admitió su cobardía sobre ese particular e incluso que cuando requirió la presencia del técnico para que subiese a la oficina, ya se había marchado de San Lázaro. Y se sintió aliviado. El encargado de comunicar las malas noticias fue el gerente, José Fidalgo, que se trasladó hasta A Coruña para confirmarle a Ballesta la decisión del club. Tendrá que pasar hoy o mañana por San Lázaro para ultimar los detalles de la rescisión. Ayer estuvo ilocalizable. Caneda pidió perdón al entrenador por esa actitud y por haber tomado una decisión tan drástica. Aseguró que no había perdido la confianza en el técnico pero también significó que hacía falta un revulsivo y apeló a la tradición del mundo del fútbol. Cuando los resultados no acompañan, el sacrificio apunta siempre a la misma dirección. El presidente puso de manifiesto la capacidad de trabajo y la corrección que mostró Ballesta en todo momento. Maric ya dirigió el entrenamiento de la primera plantilla. Confesó una sorpresa relativa, porque los resultados no acompañaban y en las últimas semanas ya sonaba el run run del relevo. Califica la situación de «complicada y delicada pero no imposible». Apuesta por eso que ha dado en llamarse el cambio tranquilo, por aprovechar el trabajo realizado hasta la fecha e ir introduciendo variantes paulatinamente. Cuenta con los jugadores del filial pero ya advierte de que es la primera plantilla la que deberá tirar del carro. Y, genéricamente, desea un fútbol agresivo en defensa con fluidez por las bandas a la hora de atacar.


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