Dos genios de la música rusa

El quinto concierto de la OSG deparó la ocasión de escuchar a dos genios de la música rusa: Dmitri Shostakóvich (1906-1975) e Igor Stravinski (1882-1971).

Antes, una obra de clasicismo avanzado: la Sinfonía n. 94, de Joseph Haydn (1732-1809), llamada de la sorpresa y estrenada en Londres en 1792. Discurre por cauces amables, con excepción del sorprendente timbalazo del segundo movimiento para «despertar bellas durmientes», y la «tormenta» del cuarto. Precisos director y orquesta.

Otra profundidad les esperaba con el Concierto para violín n. 2 de Shostakóvich,

Debilitado ya, muestra el autor en los dos primeros movimientos, a un hombre hundido aferrado a su música, que intenta levantar el vuelo al final en una especie de scherzo lleno más de sarcasmo que de ironía. Dmitri Sitkovetsky demostró su alta calidad solística y musical. Orquesta y director, a la par.

Obra cumbre

La obra cumbre de Igor Stravinski es La consagración de la primavera, tercero de los tres ballets que le encargó Serguéi Diaghilev. Este, el segundo, Petroushka, cuenta, simbolizada en el mundo de los monicreques, la lucha por la vida, el amor y el dinero, todo en un ambiente de ferias y festejos y Stravinski da una lección de ingenio, planificación, organización rítmica, alegría, lirismo y drama, con una paleta orquestal deslumbrante.

Magníficos Dima Slobodeniouk y su OSG, esta con sus excelentes solistas. Debo citar al menos al principal de trompeta John Aigi.

Obras: Sinfonía n. 94 de Haydn; Concierto para violín n. 2 de Shostakóvich; y Petroushka, de Stravinsky.