Los feriantes de O Burgo serán vigilados 24 horas por un dispositivo policial tras una reyerta multitudinaria

Este jueves se registró una pelea tumultuosa entre los puestos a medio montar de O Burgo para las fiestas del Apóstol de Culleredo. Según algunos testigos, varios hombres se enzarzaron entre gritos y uno de ellos resultó herido grave tras ser atacado con arma blanca, por lo que fue trasladado al Chuac. Se trata de un joven de 17 años que sufrió el pinchazo en una nalga. En el lugar se personó un amplio dispositivo de la Guardia Civil y de la Policía Local de Culleredo, que retuvieron a los dos supuestos bandos, que durante bastante tiempo se siguieron profiriendo gritos y amenazas entre sí. La urgencia fue de tal calibre que hasta se personaron una patrulla de la mermada Policía Local de Cambre y también agentes del Seprona, además de guardias civiles de Sada, Oleiros o Carral. Parte de este dispositivo se quedará día y noche vigilando para que no se reproduzcan los enfrentamientos. El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, no ha descartado la posibilidad de suspender las fiestas si las peleas se repiten. También hay un dispositivo de vigilancia en el Chuac donde, además del herido, también acudió uno de los detenidos.

Según informaron fuentes de la Guardia Civil, la rápida intervención policial permitió la incautación de un arma de fuego, así como la detención del presunto autor de la agresión con arma blanca, un hombre de 26 años. Además, los agentes observaron a una mujer de 52 años y un hombre de 20 que portaban, envuelto, un objeto de notables dimensiones. Al proceder a su identificación, comprobaron que se trataba de un arma de fuego manipulada y que carecía de la documentación reglamentaria, por lo que ambos fueron detenidos como presuntos autores de un delito de tenencia ilícita de armas. Los tres detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de A Coruña.

Antes del conflicto de este jueves ya hubo un conato de agresión entre ambas partes después de que el miércoles por la noche pegaran a una de las feriantes. Pero la causa de la multitudinaria pelea está en el estacionamiento de dos grandes caravanas de feriantes, que ansiaban la misma plaza. Fuentes policiales avanzan que hay tres detenidos. Uno por la comisión de las heridas de arma blanca y dos por tenencia de armas de fuego. Varios testigos aseguran que hubo disparos al aire.

En declaraciones a La Voz de Galicia, el miembro de uno de los bandos aseguró que «llevamos 50 años viniendo aquí, a la misma zona, nosotros colocamos nuestra atracción ahí, pero cuando nos colocamos, llegaron los otros y pusieron un camión al lado que nos impedía desmontar, y salieron diez personas armadas con navajas y armas, y empezó todo, pero nosotros peleamos con las manos». Así lo dijeron después de alejarse de la zona de conflicto, profiriendo, eso sí, amenazas al bando rival. «Vais a cobrar no os vais a reír de nosotros», les dijeron mientras también lanzaban insultos. 

Mientras tanto, el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, llegó al lugar a la una de la tarde, donde estuvo alrededor de una hora hablando con ambas partes. El regidor confirmó que habrá un retén permanentemente durante los próximos días, dada la tensión latente. Rioboo llamó a la tranquilidad para los vecinos de Culleredo. Achacó a las nuevas generaciones de los feriantes las peleas de este jueves. «Hemos tratado de mediar con las familias para desde hoy hasta el día 23, cuando comienzan la fiestas, trataremos de reubicar los espacios para que no haya conflictos, que O Burgo sea una fiesta ejemplar, aquí siempre ha habido cordialidad», indicó el alcalde. El Concello establecerá un perímetro de seguridad «y tratar de limar estas asperezas». «Pero quiero incidir en que esto no se asemeja a cualquier otro conflicto que todos tenemos grabados en la retina de semanas atrás», señaló en clara alusión al conflicto de Ribeira. «Desde el Ayuntamiento ya hemos advertido de que cualquier situación anómala, si este conflicto se vuelve a reactivar, siento decir que cancelaré la fiesta de O Burgo», espetó el alcalde. 

También se va a iluminar la zona donde se encuentran los feriantes. «Ya les hemos dicho que no queremos gritos en la calle, ni trifulcas ni llamadas de atención, queremos una fiesta totalmente pacífica. La advertencia es clara: a la mínima llamada que reciba me veré obligado a cancelar la fiesta de O Burgo», reiteró el regidor de Culleredo.