La Voz de Galicia

Tres clanes controlan el tráfico de droga en el poblado de Penamoa

A Coruña

Alberto Mahía a coruña

Los golpes policiales a varias familias dejaron el mercado en manos de una minoría El barrio chabolista es el principal foco de distribución de heroína de la ciudad

05 Mar 2007. Actualizado a las 06:00 h.

Cuando la tercera ronda pase por el poblado de Penamoa como la navaja de un barbero se pondrá punto y final al último núcleo chabolista coruñés. Pero no sólo eso. También desaparecerá el principal punto de venta de droga de la ciudad. Pero hasta que eso ocurra -los más optimistas hablan del 2009-, tres familias seguirán repartiéndose el boyante negocio de la droga. Se trata del clan de la Mora, el de la Perrera y el de los Portugueses. Hay otras familias, pero con poco peso en el poblado y escaso comercio; algunas de ellas asoladas por la maza de la Justicia. No en vano, hay más de medio centenar de vecinos de Penamoa cumpliendo condena en estos momentos por tráfico de droga. También es cierto que son mayoría las familias que no cayeron en la tentación del narcotráfico y dedican su vida a la chatarra, principalmente. Golpe policial El último golpe policial en Penamoa acertó en la viga maestra del clan de la Mora. En estos momentos, seis de sus miembros viven en la prisión de Teixeiro. Los últimos cuatro que se mudaron a la cárcel fueron detenidos tras una redada a una de sus chabolas el pasado fin de semana. También el clan de la Perrera sufre el incesante acoso policial. Pero resiste. Sus líderes no viven en el poblado y apenas tocan la droga. Evitan manchar sus manos. Sin embargo, cuentan con varias chabolas destinadas al negocio. Del clan de los Portugueses se pueden decir muchas cosas, pero no que sean descarados. Siempre con pies de plomo, trabajan y viven con sigilo, sin apenas llamar la atención, de ahí que hasta el momento hayan sufrido pocas redadas. Penamoa es a la heroína lo que Carral es al pan o Arzúa al queso. Desde siempre. A pesar de que en los últimos años los distintos clanes se hayan visto obligados a trapichear con cocaína debido a los mandatos del mercado, es la heroína el género que más tocan. De hecho, mientras que la venta de cocaína está repartidísima por la ciudad, puede decirse que la de heroína se concentra en Penamoa. Prosperidad Además es un negocio fértil. A pesar de que en los últimos años todas las familias salpicadas por la venta de heroína tuvieron que enterrar a muchos de los suyos víctimas de su propia mercancía mientras veían a otros entrar en prisión, las empresas no se iban al tacho. Puede que pasaran por problemas económicos o de infraestructura durante un tiempo, pero salían a flote gracias al empuje de las nuevas generaciones. Si echamos la vista atrás, la droga llegó al poblado de Penamoa en los ochenta. Poco a poco, distintas familias fueron haciéndose con el mercado. Antes de que muchos de sus miembros murieran o terminaran a la sombra, el mercado de los inicios estaba en manos de clanes como el de la Tula, los Bisontes, los Barrul o el de los Chispas. Hoy quedan tres. Pero hay más de cien familias, la gran mayoría lejos del mundo de la droga.


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