Del rondo a la enfermería

Acostumbrado a intervenir como uno más de la plantilla en algunos lances de los entrenamientos (como encuentros de fútbol-tenis o partidillos), Quique Setién se convirtió ayer en víctima durante la sesión celebrada en el Ángel Carro. El preparador cántabro tomaba parte en un rondo cuando, tras un impacto con un jugador, sufrió una brecha en el labio. El técnico abandonó el estadio en primer lugar para recibir, según comentó su ayudante Juan Peón, «siete puntos de sutura».

El técnico se sentará hoy en el banquillo si no surgen sorpresas. La duda radica en conocer cómo habrá evolucionado del percance. Ayer delegó las funciones de la rueda de prensa en Juan Peón debido a que le costaba articular. Y habrá que ver si puede dar las órdenes con normalidad en un encuentro que se antoja de elevada exigencia para sus pupilos. Enfrente, un Barcelona B que despliega el estilo predilecto del cántabro.

Cuestionado de manera informal acerca de quién era el futbolista que había golpeado a su entrenador, Juan Peón echó balones fuera.

Quique Setién Entrenador del Lugo