Setién: «Si este árbitro puede pitar en Segunda, yo puedo entrenar a Brasil»

Quique Setién ponía al final del partido palabras a la desazón y el enfado que la actuación del colegiado causó en el Lugo. «Uno hace lo que puede cuando hay un árbitro como este. Seguramente, el peor que nos podía haber tocado. Si él puede pitar en esta categoría, yo puedo entrenar al Real Madrid o a Brasil en el Mundial», resumía, indignado, el técnico rojiblanco.

Setién ponía en cuestión la redacción del acta, en la que el colegiado Valdés Aller exponía que Seoane le habría dicho «me cago en tu puta madre». «Es mejor olvidarlo. Esa agudeza auditiva que ha tenido al escuchar a Seoane. No voy a decir que es sospechoso. Es imposible que Fernando haya dicho eso. Me tiraría por un barranco antes de creerlo», afirmaba contrariado.

El propio futbolista, al terminar el encuentro, no encontraba palabras para definir la situación, y negaba que hubiera dicho tal cosa. «Le pregunté directamente a Seoane, y él no me miente, es un chaval magnífico -repuso Setién sobre su jugador-. Es imposible. Estoy indignado». También cuestionó las manos al final en el área del Sporting, y la forma en cómo el colegiado dirigió, en líneas generales, el encuentro.

Un duelo, por otro lado, que calificó como «duro, complicado»: «Como esperábamos». «Teníamos enfrente un equipo que se la estaba jugando, con un potencial extraordinario. Nos complicó mucho las cosas desde el principio», indicó. Y lamentó las acciones que propiciaron los goles visitantes: «Llegó la jugada del gol, que no pudimos defender. Ya sabíamos que lo hacían, le marcaron así al Racing y al Córdoba. Hubo un despiste. Después hicimos lo complicado, que es empatar, y en otro despiste concedimos un gol, aunque tuvieron otras ocasiones».

Para él, lo más justo «hubiera sido un empate»: «Pudo terminar así, en una acción clarísima de mano, con un cabezazo de De Coz, y el árbitro viéndola. Si aciertas, hubiera sido un resultado extraordinario».

Sandoval, satisfecho

El entrenador del Sporting, Sandoval, mostraba su satisfacción por obtener la victoria: «Porque tenemos la necesidad de puntuar». «Lo conseguimos sufriendo y jugando con uno más», dijo, y reconoció a la afición lucense «porque no para de empujar». Admitió mano en la acción de Borja («pero involuntaria», dijo) y auguró al Lugo un gran futuro en Segunda.