Las curiosidades animales se concentran en Zas

El pasado 23 de diciembre, en plenos preparativos para la Nochebuena, la familia de Hilda Baña Ferreiro vivió en su casa de Zas un particular cuento de Navidad por adelantado cuando una de sus tres ovejas se puso de parto. El animal no tuvo grandes problemas para alumbrar, pero lo extraordinario de su historia es que tras el primer cordero llegó otro, y después otro, y otro más. Así, hasta que finalmente, agotada, la oveja se tumbó rendida junto a cinco hermosos retoños, que ayer, un mes después de su nacimiento, pastaban felices en la finca de la familia.

«span lang="es-gl"Noutra ocasión anterior xa tivera tres años, pero agora desmadrouse», bromeaba ayer Hilda.

La oveja madre también ha logrado recuperarse del parto, aunque, según reconoce su dueña, la familia llegó a pensar que lo superaría. «span lang="es-gl"Ao día seguinte estaba moi maliña e tras parir caeu enriba dun dos años e partiulle unha pata. Aínda que o veterinario veu de seguido, ao final o animaliño perdeuna, pero aínda así corre como todos os demais», explicó Hilda, que ayer mismo se llevó una nueva sorpresa. «span lang="es-gl"Pensei que o meu marido estaba a tomarme o pelo, que era unha inocentada», avisa antes de desvelar que su esposo descubrió que una de las conejas que tienen en la granja había parido tres crías y que a todas ellas les falta una oreja.

«span lang="es-gl"É unha cousa rarísima, algo que nunca pasara na casa, nin o das ovellas nin o dos coellos», asegura Hilda sin encontrarle explicación.