La Voz de Galicia

El posible traslado de la escultura del emigrante divide a los fisterráns

Fisterra

Marta López Carballo / La Voz

La alcaldesa alude a motivos de seguridad, pero la oposición no lo ve necesario

24 Jan 2024. Actualizado a las 05:00 h.

¿Traslado sí o traslado no? Desde que hace unos días un autobús causó desperfectos en la base de la escultura del emigrante de Fisterra, se ha generado un cierto debate social y político en torno a la posibilidad de mover a otra localización la estatua, que se alza sobre una rotonda desde hace algo más de treinta años.

La alcaldesa, Áurea Domínguez, explicó en Radio Voz que es una opción que se está valorando, pero que en todo caso no se haría «arbitrariamente», sino estudiando debidamente las posibilidades y buscando un emplazamiento «digno» y seguro. «A peza leva moito tempo aí, pero Fisterra foi medrando e nestes momentos non cremos que ese sexa o lugar máis axeitado para ela», dijo Áurea en el espacio conducido por Fran Rodríguez. «Queremos a escultura, pero queremos que estea segura. Vehículos de todo tipo transitan por aí, e tamén se transportan embarcacións para ser arranxadas [no varadoiro]. Ademais, no verán hai moitos turistas sacando fotos e non é seguro», añadió la mandataria.

Explicó también la líder de Alternativa dos Veciños que el proyecto se llevaría a cabo para garantizar «a seguridade dos viandantes, da escultura e da propia vila», en ningún caso para favorecer la actividad de las compañías de autobuses.

La oposición difiere

La oposición, no obstante, difiere diametralmente, pues ninguno de los tres grupos considera que sea necesario acometer esa actuación. «Cremos que hai outras cousas máis importantes, e que corren máis présa, que habería que atender», explica el líder del PP, Luís Insua, que ya en el pleno de diciembre, antes de que se produjese el incidente con el bus, preguntó por «rumores» que apuntaban a la existencia de un proyecto para mover el monumento. «Se se pensa facer, consideramos que debe haber consenso, tanto entre os grupos [políticos] como entre a cidadanía. É un ben cultural, e como tal non é duns ou doutros: é de todos», añade el popular, añadiendo que sería quizá más conveniente regular el tráfico en la zona.

En similares términos se expresa el portavoz socialista y exalcalde José Marcote, que no ve «ningunha necesidade» de mover la escultura «mentres non haxa unha razón de peso». Sostiene que en los ocho años que gobernó no hubo mayores incidencias y que por lo que hay que velar es porque los autocares no hagan maniobras irregulares en esa rotonda. «Ese non é sitio para que xiren, o que teñen que facer é ir ao porto dar a volta, pero tomar medidas porque un autobús faga as cousas mal sería como matar moscas a cañonazos», reflexiona el líder del PSOE.

El argumento de la proliferación de turistas, por otro lado, no acaba de convencer al BNG, como explica su responsable local, Xan Carlos Sar: «Tampouco é que isto se converta na M-30, e no dos barcos que van ao varadeiro, caben perfectamente pola zona de arriba. Cremos que despois dos anos que leva alí a escultura, non fai falla gastar os cartos para movela», sostiene el exconcejal y exmiembro del gobierno, al tiempo que añade que lo que habría que hacer sería mover la parada de bus a otra localización y hacer «unha estación en condicións, aínda que sexa pequena», asegura Sar.

Debate social

Paralelo al político, se ha generado también un cierto debate social, principalmente en redes. Hay quienes ven en la escultura un «estorbo» y un «problema para o tráfico» en esa zona, mientras que otros son partidarios de respetar el patrimonio local y de aliviar la presencia de vehículos regulando la circulación. «Retirar a estatua [...] para favorecer a unhas empresas privadas que non repercuten económica nin socialmente no benestar do pobo paréceme un insulto á cidadanía», comentaba el poeta Modesto Fraga en redes.

De los primeros en manifestar públicamente su disconformidad fue el exalcalde y presidente de la asociación vecinal Costa da Morte, José Fernando Carrillo. Aseguró que le parece una medida «absurda» y desconsiderada, y que el problema fue generado de forma artificiosa por las empresas de transporte, a las que acusa de maniobrar irregularmente en la rotonda.


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