La Voz de Galicia

Máquinas de escribir tiradas en Carballo tienen nueva vida

Carballo municipio

nuria guillermo carballo / la voz servicio de limpieza de aspaber

José Luis Villar lleva casi quince años recogiendo estos elementos del punto limpio municipal

11 Aug 2019. Actualizado a las 05:00 h.

Los objetos de los que la gente se deshace por falta de uso pueden convertirse en piezas de colección muy valoradas por los amantes de las antigüedades. Este es el caso de las máquinas de escribir que posee José Luis Villar Antelo, un veterano trabajador de Aspaber, encargado del servicio municipal de limpieza de Carballo, que lleva rescatando estos elementos del punto limpio desde hace casi quince años.

«Empecé a trabajar en la oficina de Aspaber en el 2004, y llevo recogiendo máquinas de escribir desde el año siguiente. Normalmente, los usuarios del punto limpio las iban trayendo para tirarlas y yo, al ver que la gente no les hacía caso, pedí que todas las máquinas que entrasen en el punto limpio me las trajesen a mí. Las puse en unos muebles e hice una colección preciosa de entre 50 y 60 máquinas», explica Villar.

La iniciativa surge de su agrado por estos artículos. «Aprendí a escribir en máquinas antiguas. Siempre me gustaron las máquinas de escribir, desde pequeño. Un par de ellas me las trajeron conocidos que vieron la colección, pero casi todas proceden del punto limpio de Carballo. Me parecía muy triste que acabasen en un vertedero», afirma.

Desde el momento en el que comenzó a adquirirlas las situó en el mueble en el que están expuestas actualmente. «Ahora tengo que hacer más muebles, porque las tengo unas encima de otras. Ya no me caben», comenta Villar. Decidió ubicarlas en su oficina de Aspaber, a la que cualquier persona puede acceder para verlas. «Cuando yo me vaya quedarán aquí. No sé qué harán con ellas, pero me imagino que las mantendrán», añade.

La colección está constituida por diferentes modelos de estas máquinas, todas ellas con más de 25 años, fundamentalmente de marca Olivetti. «En general, solo hay que hacerles un pequeño mantenimiento. Como mucho hubo que arreglar un par, pero suelen estar en buen estado. Todas ellas funcionan», afirma Villar.

«También tengo unas radios antiguas, dos o tres, que se rescataron en su momento y quedaron ahí, y una cámara de fotos. Se podrían recuperar muchos objetos diferentes. Lo que más quiero destacar son las máquinas de escribir, pero también se tiran muchas radios. No sé si alguien más lleva a cabo iniciativas similares, pero supongo que habrá más gente que lo hace porque se colecciona de todo», informa.

En cuanto a los antiguos propietarios de estos objetos, José Luis Villar comenta: «Si la gente conociese un poco lo que tira, seguramente no lo haría. Podrían aprovecharse muchas cosas. Ahora ya no hay tantas máquinas de escribir, la gente suele guardarlas o venderlas porque empiezan a saber lo que tienen».

Además, propone Internet como solución para aquellas personas que quieran deshacerse de alguna antigüedad que se encuentre en buen estado. «En muchas ocasiones, cuando veo una máquina de escribir, le pregunto a la persona si va a hacer algo con ella, y si planea tirarla le planteo si me la da o me la vende. Antes de tirar algo que es antiguo y que puede haber quien lo coleccione, se puede colgar un anuncio en la Red. Creo que es una buena idea», concluye.

La colección es un caso singular, ya que en el punto limpio de Carballo está prohibido que la gente acceda a rescatar objetos. Desde allí afirman que no suele haber ninguno en buen estado.


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