Medio centenar de inscritos aspiran a las 15 plazas de la Escola de Hostalaría

Le ha costado arrancar a la Escola de Hostalaría de Carballo, pero una vez cerrado el plazo de inscripción para el próximo curso y comprobado el tirón que ha tenido entre los aspirantes a hosteleros, todo parece indicar que va viento en popa.

Medio centenar de personas se han anotado para tomar parte en el proceso de selección de la primera promoción del centro, y entre ellas figura una parte de las 36 personas que se habían presentado al proceso anterior y superado el primer examen. En su caso, ahora tendrán que realizar únicamente la entrevista y la prueba práctica, dado que el primer paso ya lo habían superado anteriormente.

«Pese a ser algo inferiores a las de la anterior convocatoria, son cifras muy interesantes que nos permitirá, sin duda, hacer una buena selección final», decía ayer Fernando Agrasar, que dirigirá y dará clase en el centro durante el curso, que se prevé de 1.135 horas, de las cuales 320 serán de prácticas en empresas.

Pero para llegar a ese punto los aspirantes deberán superar varias pruebas hasta llegar al ejercicio final: una práctica en cocina. Las tres se desarrollarán, previsiblemente, en el mes de septiembre, comenzando por un test teórico escrito [los aprobados en el anterior procedimiento están exentos] en el que deberán sacar una nota mínima de 5 y que supondrá el 20 % de la nota final.

Los nuevos candidatos deberán responder a 40 preguntas tipo test, con cuatro respuestas cada una de las que solamente una será válida. Cada acierto tendrá un valor de 0,25 puntos, y para responder a todo el examen los aspirantes tendrán un tiempo total de 60 minutos.

La segunda será una prueba curricular y una entrevista presencial (30 % de la nota) en el que se valorarán aspectos como la experiencia en el sector o la disponibilidad horaria y geográfica. En esta fase se podrá aportar toda la documentación curricular que se considere necesaria.

Y el tercer y último paso, al que accederán únicamente los 30 aspirantes con mejores cualificaciones, será una prueba de cocinado. «Se les dará un ingrediente común, que no desvelaré cuál es [se ríe] y a partir de ahí deberán elaborar un plato», explica Agrasar, y añade que no valorarán tanto el resultado final, como la manera de desenvolverse de los aspirantes: «Cómo responden al estrés, como solventan posibles problemas que les surjan, en definitiva, queremos verles en situación». Añade, para tranquilidad de los alumnos, que no será «nada difícil».

Está previsto que dichas pruebas se celebren a lo largo de las tres primeras semanas de septiembre (en principio se ha estipulado los viernes para la realización de las tres pruebas), pudiendo estar completa la selección la última semana de septiembre. «Esperamos poder empezar a funcionar el 1 de octubre [lunes]», decía Agrasar, que se mostraba satisfecho con la aceptación que tuvo la convocatoria, pese a los altibajos, los parones y la desinformación sufrida en los últimos meses.