Los divorcios crecieron en Barbanza el triple que la media gallega en el primer semestre del año

No hay amor que cien años dure. Así por lo menos debieron entenderlo las 98 parejas de Barbanza que, a lo largo del primer semestre de este 2021, rompieron sus acuerdos matrimoniales. La cifra supone un 14 % más que en el mismo período del pasado 2020 (85), e incluso triplica el registro medio de todo el territorio gallego, donde el aumento rondó el 4,5 % entre enero y junio de este año.

Así lo indican los datos hechos públicos por el Consejo General del Poder Judicial, donde se muestran los casos registrados en los juzgados de Ribeira, Muros y Noia, y que constatan el arranque del año fue negativo en el aspecto matrimonial. Si en el primer trimestre del 2020 hubo 44 divorcios y separaciones, en este ejercicio subieron a 53. Crecen también las separaciones consensuadas, con tres. Los divorcios pactados suman 26, por los 24 en los que el juez se vio obligado a intervenir.

Apuntan letrados de la zona que el covid obligó a paralizar muchos trámites de separación, de ahí que las cifras hayan experimentado este repunte en los primeros seis meses del año. Afirman también que, viendo el ritmo de trabajo, crecerán hasta rondar las 200 rupturas matrimoniales al término del año.

Modificaciones

Donde también se experimenta un aumento disparado es en las modificaciones de las medidas consensuadas del divorcio y en las custodias de los hijos. Del primer semestre del 2020 al mismo período del 2021 se ha pasado de 61 resoluciones a las 85 actuales, un incremento del 30 %.

Sobre ello, los letrados también afirman que la normalización sanitaria después de la pandemia ha tenido gran culpa, ya que la gente había estado reacia a acudir a ellos para tratar de hacer cambios en lo acordado en su día. Al contrario de lo que ocurre con los divorcios, las modificaciones de mutuo acuerdo son menores a las que sí hay sintonía entre las partes, siendo las primeras la mitad que la segundas. En lo referente a los expedientes de guardia y custodia de los niños, la falta de entendimiento también se impone.

Ricardo Lijó Rodríguez, abogado del despacho Méndez & Lampón

«Una separación de mutuo acuerdo puede rondar los 600 euros y una por el contencioso, los 1.800»

Ricardo Lijó Rodríguez ejerce como letrado en el despacho Méndez & Lampón de Ribeira. Es él quien constata la tendencia al alza en las rupturas matrimoniales en el último ejercicio: «Se notó bastante. Llegaron muchos más casos que en otros años. Desde septiembre comenzamos a verlo».

Explica que los motivos que llevan a un matrimonio a decidir su ruptura depende de cada pareja. Destaca que cada casuística es diferente y que ellos tienen el deber de tratarla como tal. Sobre cuál podría ser el principal motivo de ruptura, afirma que suele estar relacionado con la economía familiar: «Cuando falla el dinero y hay problemas económicos suele ser un desencadenante de conflictos y el principal motivo de ruptura».

El letrado comentó que el período para poner fin a un matrimonio va «desde unos seis meses como mínimo si hay que ir al contencioso, o un mes si hay acuerdo». Comenta que los casos más complicados son, lógicamente, en los que hay menores por medio: «No son agradables y hay que resolverlos. Lo que se intenta es que se haga de mutuo acuerdo. Tanto la Fiscalía como los jueces presionan para solucionarlo de esta forma».

También se buscan pactos a la hora de repartir los bienes que pertenezcan al núcleo familiar, así como la cantidad de las pensiones que perciben los miembros: «El tema personal es el más complicado de solucionar. El monetario es más llevadero».

Sobre los costes de cada procedimiento «no hay un mínimo porque nunca sabes los problemas que van a surgir. Una separación de mutuo acuerdo puede rondar los 600 euros y una por el contencioso, los 1.800. La liquidación de gananciales o los bienes que recibe cada uno ya es un procedimiento que se hace con posterioridad».