Qué será será

oventa y siete años tenía la actriz Doris Day cuando nos dejó el pasado 13 de mayo, día de advocación mariana de Fátima. Pero al contrario de la grandiosidad rayana con lo profano de la basílica portuguesa, ella dejó dicho antes de morir que no quería monumento ni tumba, ni tampoco funeral. Sin embargo, nos dejó una frase dentro de una canción: Qué será será. Y ella misma nos contestaba en la preciosa película El hombre que sabía demasiado: «El futuro no está en nuestras manos».

¿Está el futuro en manos del Partido Popular de Ribeira? ¡Hum! Un partido que presume de haber logrado consensos durante el último mandato semeja que tales consensos fueron más bien mérito de la oposición que del propio equipo de gobierno de la ciudad, pues si no ¿Cómo se explican las escisiones habidas en los últimos tiempos, que posiblemente les lleve a tener que dejar el gobierno después de 32 años de AP/PP pues tanto monta? ¡Madre mía! 32 años de gobierno. Un tercio de la vida de Doris Day es demasiado tiempo. Y encima las escisiones…

¡Ay las escisiones! Malas, muy malas para las dos partes. Aunque, en principio, la frescura de las plantas de los que se alejan (al parecer regadas por veterano y barbudo líder) parezca florecer con vistosos colores, pronto se marchitan por carecer de esa imprescindible savia que no suele fluir entre disidentes variopintos, faltos del imprescindible arrope ideológico… A no ser que ambas ramas nacidas del mismo árbol se mezclen en el mismo macetero, una vez trasplantado el cepellón discordante a un favorable invernadero en Madrid o incluso en Santiago. Por eso, como bien se preguntaba la actriz Doris Day, Qué será será. Vaya usted a saber.

Si analizamos las últimas encuestas de La Voz de Galicia, es posible que ni los escindidos ni los del tronco original consigan formar gobierno; a menos que dispongan de votos serviciales que suelen prestarse, como otras veces tiene ocurrido y suele suceder en casos de mutua conveniencia, eso sí, disfrazada de bien común.

De acuerdo con dichas encuestas, PSOE, BNG, PP y PBBI (por orden de antigüedad), todavía siguen vivos. Y si luchan con fuerza y sin complejos hasta última hora, cualquiera de ellos puede erigirse en líder y hacerse con el bastón de mando. Los demás tal vez sirvan para arañar un par de concejales y ver si por alguna chatarrería quedan goznes de segunda mano, susceptibles de ser utilizados como valiosa bisagra.

Antes del día 13, estaba convencido de que Doris Day había muerto años ha y ya ven que no. Así que, ni caso a lo dicho y ánimo a todos. Y pensemos en el ejemplo de la actriz: la vida se puede culminar sin necesidad de monumentos ni bastones de mando… y claro, de funerales y entierros mejor no hablar, pues no hay concello que tal pena merezca. Y así, permítanme finalizar con ese enigmático «what will be will be» con que termina la letra de la preciosa canción -Lo que tenga que ser será-.