La Voz de Galicia

«Hemos abandonado el rito y nos hemos quedado solo con la droga»

Ribeira

Álvaro Sevilla Ribeira / La voz director de la unidad asistencial de drogodependencias

El experto defiende una nueva forma de que la sociedad se enfrente a las drogas, donde la despenalización del consumo es el primer paso a dar

04 Oct 2015. Actualizado a las 05:00 h.

Jesús Cartelle se mudó hace 25 años a Ribeira para poner en marcha la Unidad Asistencial de Drogodependencias (UAD). Eran los comienzos de los años 90 y el narcotráfico y la heroína eran los dueños absolutos de la ría de Arousa. Allí se plantó con la convicción de que tenía que poner su grano de arena para derrotar a la droga. Por sus manos han pasado más de 2.000 pacientes. Más de la mitad no han vuelto a consumir ninguna sustancia.

-¿Cómo fueron los comienzos de la UAD en los noventa?

-Fueron duros e ilusionantes. Era un momento completamente distintos y las asociaciones ciudadanas eran las que tenían el peso. Fueron grupos de madres las que demandaron recursos para cuidar a sus hijos y concellos como el de Ribeira pusieron los recursos necesarios para intentar poner fin al problema.

-¿Qué ha pasado en este tiempo?

-Se nos han echado 25 años a nosotros y 25 a nuestros pacientes, pero vamos envejeciendo juntos. De los 2.200 pacientes que hemos tenido en este tiempo, actualmente contamos con 600 pacientes. Hay mucha gente recuperada, que tiene un trabajo, una vida y una familia. Podemos hablar de 1.000 personas, que por suerte no han tenido que volver al centro.

-¿Qué cree que trasciende de su trabajo?

-Quizás la gente suele quedarse con el tratamiento farmacológico, pero es una ínfima parte de todo el trabajo que se realiza. Lo que tiene todo el sentido y es donde invertimos casi todas nuestras energías, es el tratamiento psicológico, en la reeducación y la reestructuración de modelos de vida, ahí es donde se encuentra el éxito.

-¿Han cambiado los hábitos de consumo en estos 25 años?

-Se ha perdido el uso intravenoso de la heroína y se ha generalizado el consumo de cocaína. Se ve como parte de la fiesta, de salir... Y eso nos coloca como el primer país mundial en consumo de coca. Se ha normalizado, lo que supone un riesgo importante. Pero lo peor no es la coca, es todo lo que acompaña a la cocaína. Lo que se consume actualmente puede tener una pureza de un 8, un 6%, pero, ¿qué es todo el resto?

-¿Se ha atajado el narcotráfico?

-En los 90 estaba visto como un oficio más, una forma de ganarse la vida, hoy ya no es así. Pero el problema es que cuando tu persigues una sustancia creas muchas veces otro tipo de problemas añadidos. Está el caso de México, donde los políticos están puestos por los grandes señores de la droga. Es el gran negocio mundial.

-En muchos foros, incluso el New York Times, se puso encima de la mesa el tema de la legalización como el mejor camino para terminar con el narcotráfico

-El dueño de Virgin, Richard Branson, dice que si la marihuana se legalizase Estados Unidos podría pagar toda su deuda externa. Hay quien se está enriqueciendo enormemente con el consumo y a lo mejor hay que parar de una vez y pensar si lo que estamos haciendo es lo mejor.

-¿Cómo ve la legalización de ciertas drogas en países como Estados Unidos y Uruguay?

-Tiene sentido si es una decisión colectiva. Debe ser una política a nivel internacional, debe haber una nueva conferencia de la Haya, que no sea de nuevo el individuo el que pague las consecuencias y que los estados tomen responsabilidades. Hay que tomar medidas globales.

-Cuando Bertrand Russel estudia a los presocráticos ve que el primer dios que se venera en la antigua Grecia es Baco, la deidad del vino, y no a Zeus, porque asocian los efectos del alcohol a lo divino. ¿No forman las drogas parte de la condición humana?

-La guerra que se planteó contra las drogas es absurda, está claro que acompañan al hombre desde el principio de los tiempos. Hay pruebas de hace 6.000 años. Pero hay un problema, hubo una época en que tenía un sentido ceremonial, litúrgico, pero hoy ya no se utilizan así. Hemos abandonado el rito y nos hemos quedado con la droga. Consumimos de forma indiscriminada y con un fin exclusivamente lúdico. El problema no está en la sustancia, sino en la forma en que se utiliza.

-¿Dónde se ha mejorado?

-Hay un sentimiento mayor de que luchar contra las drogas es una responsabilidad de todos. También ha ayudado que se vea a una persona que padece drogadicción como un paciente, un problema de salud, no de forma estigmatizada. Desde la UAD el trabajo que nosotros desarrollamos aquí fue tomado como referencia para montar el plan nacional de drogas de Portugal, que es la gran referencia mundial.

-¿Por qué es la referencia?

-Porque desde el principio se han empeñado en despenalizar el consumo y eso es fundamental.

-¿Cuál es el reto a nivel local?

-Nos vamos haciendo mayores y no tenemos recambio. Creo que también está el reto de seguir siendo una referencia, hacer las cosas todos los días y hacerlas bien. A veces la respuesta no es que una persona deje de consumir, sino conseguir que viva mejor. Que cuando acuda a nosotros que sepa que alguien entenderá lo que le pase, no juzgar, ni penalizarlo.

-¿Cómo está afectando a los adolescentes?

-Hace muchos años que los jóvenes consumen de forma excesiva, adoptaron una forma de consumo más compulsiva. Lo que antes bebíamos en toda la noche, ahora lo beben en media hora.

-¿La crisis ha sido dura?

-Las crisis económicas siempre vienen acompañadas de un repunte en el consumo de droga. Nos pilló de improvisto, nadie se lo esperaba y nos costó. Los tiempos han sido duros, el aumento de casos nos ha obligado a mantener el ritmo para no decaer el servicio.

«Podemos hablar de 1.000 personas que por suerte no han tenido que volver al centro»

Jesús Cartelle director de la unidad asistencial de drogodependencias


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