Los PXOM prevén suelo para 40.000 viviendas, cuando hay 15.000 vacías

Aunque la Lei do Solo aprobada el pasado año es bastante restrictiva en lo que respecta a la ampliación de núcleos rurales y a las previsiones de construcción de nuevos inmuebles, incluso en las zonas urbanas, los PXOM de los ayuntamientos barbanzanos, tanto los que están en vigor como los que se encuentran en fase de tramitación, incluyen amplias bolsas de suelo edificable. Según los datos aportados por los alcaldes, en los terrenos calificados como urbanizables podrían levantarse unas 40.000 viviendas, una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que en la comarca hay 14.600 vacías y que al menos otras 2.000 se quedaron a medio levantar debido a la crisis del ladrillo.

Es cierto que los planeamientos se elaboran pensando en un horizonte de unos 16 años, pero tampoco debe perderse de vista que si la situación económica mejora y regresa el auge constructivo puede repetirse un panorama como el que se vive desde la crisis del 2008, con urbanizaciones desiertas y fincas llenas de esqueletos.

Censo demográfico

También hay que tener en cuenta que el número de habitantes no deja de descender: en un año la población se redujo en 1.201 vecinos y, en los últimos cuatro, la disminución se eleva a 3.111.

Pese a estos datos, el recién aprobado PXOM de Porto do Son prevé la construcción de 3.200 viviendas. El mandatario, Luis Oujo, incide en el hecho de que hay que posibilitar el crecimiento en la zona rural: «Se alguén ten unha parcela edificable non podes dicirlle que non. A cifra de habitantes vai a menos, pero se favorecemos a construción nos núcleos é posible que a xente decida quedarse, porque moitos herdan o terreo e queren obrar».

También se muestra confiado en un cambio de tendencia el rianxeiro Adolfo Muíños, cuyo Ayuntamiento está en la fase final para dar luz verde al PXOM. El suelo susceptible de urbanizar permitiría hacer 3.300 inmuebles: «Somos un dos concellos que menos vivendas baleiras ten. A previsión está feita pola demanda existente e hai propostas para construír segundas residencias. Ao mesmo tempo, esperamos que aumente a instalación de empresas no polígono, como está a suceder, e que iso traia consigo un aumento da poboación».

Un caso paradigmático en cuanto a bum constructivo y a sus efectos es el ribeirense. El mandatario explica que el planeamiento, aprobado en el 2002, establecía unas posibilidades constructivas elevadas. Se hicieron unas 20.000 viviendas y hay posibilidad de hacer otras tantas.

La normativa muradana fija una expectativa de aumento de 48 viviendas anuales situando el tope en 1.517. La cifra está alejada de la realidad, como también lo está la de A Pobra. El PXOM, aprobado en el 2007, preveía un ascenso de la población hasta los 15.000 habitantes, cuando ha bajado a 9.000, y 1.600 inmuebles.

Las expectativas de crecimiento de los concellos se ven frenadas por los límites de la Xunta

Las expectativas de los ayuntamientos, cuyos alcaldes señalan que no se puede para el crecimiento, se ven frenadas por las normas cada vez más restrictivas de la Xunta. A la hora de reflejar en el PXOM la previsión de construcción de viviendas, los concellos deben presentar un informe sobre la evolución de la población en los últimos diez años para analizar la tendencia. Ayuntamientos como Noia o Porto do Son tuvieron que modificar sus planeamientos porque establecían unas posibilidades de edificación que la Administración autonómica veía excesivas.

El arquitecto de Boiro explica que el modelo de expansión actual se basa en el desarrollo de polígonos de urbanización, donde primero se establecen las infraestructuras y luego se levantan las casas. Recalca que lo que se busca es un crecimiento ordenado en el que se tienen en cuenta los servicios y el coste que conlleva proporcionarlos, así como la amplitud de los viales y la existencia de zonas verdes.

El número de casas en Lousame puede aumentar hasta en nueve mil

El PXOM de Lousame, aprobado en el 2004, prevé una dotación de suelo edificable que permite la construcción de hasta nueve mil casas, según manifestó la alcaldesa, quien reconoce que es una cifra desproporcionada, especialmente si se compara con la de otros concellos. Supone la suma de las fijadas en Rianxo, Noia y Porto do Son para un municipio de tres mil habitantes en el que, en el 2016, se dieron diez licencias para viviendas unifamiliares.

Orden

La falta de orden y un bum constructivo que no se apoyó en el crecimiento de la población, sino en criterios económicos, ha llevado el caos urbanístico a muchos ayuntamientos costeros, en los que las edificaciones se agolpan sin que haya un entramado urbano adecuado. Viales y aceras estrechas, ausencia de zonas verdes e, incluso, de suelo dotacional, y pisos sin ocupantes son algunas de las consecuencias.