La Voz de Galicia

Orden y entropía en Sar

Andar miudiño

M. G. Reigosa

20 Mar 2024. Actualizado a las 19:47 h.

El deporte es imprevisible. Y el Obradoiro es, tradicionalmente, un club al que le gusta desafiar la lógica. Si alguna vez alguien lo toma como ejemplo para estudiar cuánto hay de entropía a su alrededor, cuánto de orden y de qué manera influyen esas dos fuerzas en los resultados, corre el riesgo de caer en la locura. Con frecuencia le da por transitar por los caminos más difíciles y encontrar las salidas más insospechadas. Y esta temporada le está tocando doblar la apuesta.

No sé si es el ejemplo más adecuado. Pero imagine el lector un grupo de quince personas alineadas en tres filas de cinco, separadas cada una de ellas por la misma distancia. Si se les pide que den un paso al frente, el dibujo no cambia. Si se les insta a que den un paso a la derecha, tampoco. Pero si se les dice que den un paso al frente, hacia atrás, a un lado o al otro, con libertad para que cada uno escoja la opción que quiera, se rompe el orden y crece la entropía. Cada uno puede hacer las interpretaciones que estime oportunas acerca de cuál es la fotografía en estos momentos y el obradoirismo coincidirá en que lo más importante es que recupere nitidez y equilibrio, dejando a un lado los repartos de medallas y responsabilidades.

Escuchando las explicaciones acerca de la llegada de Devon Dotson al Obradoiro, no cabe duda de que el proceso ha sido, cuando menos, farragoso y curioso. Tampoco la hay respecto al esfuerzo económico y la buena intención, a que el club busca que sus jugadores de la primera plantilla, contando al lesionado Álvaro Muñoz y tras la llegada del último fichaje, cada vez que den un paso tiendan a recomponer un dibujo más ordenado, paulatinamente.

En ese contexto se inscribe la llamada del presidente a concentrar esfuerzos en busca del título de la permanencia, que se ha puesto muy caro. No es tiempo de perder energías dándole vueltas a por qué el equipo se ve en la tesitura en la que está a estas alturas de temporada. Las calificaciones, la crítica y la autocrítica pueden esperar hasta la conclusión del curso, porque aún quedan exámenes para evitar el suspenso. Tiempo habrá para el análisis, cualesquiera que sean las notas finales. Y si la llegada de Dotson ayuda a recuperar el expediente, miel sobre hojuelas. Por cierto, lo del orden y la entropía no es privativo del equipo ni solo aplicable a los que más salen en la foto.


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